El primer ministro italiano, Matteo Renzi ha conseguido formar gobierno. Ha reunido a 16 ministros, con una media de edad de 48 años y paritario. Las carteras más importantes han recaído en el tecnócrata Pier Carlo Padoan (Finanzas), vicepresidente de la OCDE, ex asesor de Massimo d'Alema y Giuliano Amato. Angelino Alfano, continúa en interior y la ministra de exteriores será Federica Mogherini.
«La crisis, pues sí, es seria; pero no es grave». Mi amigo y colega Antonio Vellutto, me citó una vez esa sabia respuesta (creo que de Andreotti) a un periodista que le preguntaba si la crisis de gobierno era «grave». La política italiana siempre me produce una mezcla de fascinación, de proximidad personal, que tiene que ver con la historia del país latino-europeo de nuestros orígenes. También de repulsa por detalles que –tardíamente- se descubren sórdidos, pero que casi nunca proceden de la mediocridad intelectual. Ahí aparece Matteo Renzi.
Hemos visto de nuevo aparecer a Silvio Berlusconi. Durante las consultas para nombrar al nuevo primer ministro italiano, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, lo ha recibido en el Quirinale. Berlusconi sigue, también Monti y Enrico Letta. Los tres últimos primeros ministros de Italia. Da la sensación de que en la política italiana nada cambia.
El primer ministro italiano, Enrico letta, ha anunciado su dimisión, después de que la dirección de su propia formación política, Partido demócrata (PD) haya votado en favor de un cambio urgente de gobierno.
Matteo Renzi versus Enrico LettaPertenecen al mismo partido y siguen una tradición de la izquierda italiana, la lucha fratricida. Se decidirá este jueves en una convención del Partido Democrático (PD) de centroizquierda convocada por Renzi en la que 140 líderes de la formación decidirán a cual de los dos apoyan. Letta ha dicho ya que no piensa dimitir y ha presentado un documento programático para seguir contando con el apoyo de la coalición en el gobierno.
La belleza de la bahía de Nápoles bajo el sol poniente, el romanticismo de Sorrento y el esplendor escénico de la costa de Amalfi atraen a decenas de miles de visitantes al sur de Italia, pero pocos saben que la zona esconde una sucia verdad. El área entre Caserta y Nápoles, en la región sudoccidental de Campania, es conocida como el «cubo de basura» de Italia, gracias a la Camorra, la organización mafiosa napolitana.
«Las imágenes que hemos visto en el centro de detención de Lampedusa son deplorables e inaceptables» ha dicho Cecilia Malmström, comisaria de Interior, de las imágenes de hombres y mujeres desnudos siendo rociados con una loción contra la sarna. La Comisión ha abierto ya una investigación sobre las condiciones en los centros de detención italianos, entre los que están los de Lampedusa.