Don Darío Villanueva, director de la Real Academia de la Lengua, debe dimitir. Sus últimas declaraciones, ampliamente difundidas por la agencia EFE, le incapacitan para estar al frente de una institución tan importante como necesaria para el correcto uso de la lengua española hablada en el mundo por más de quinientos millones de personas.
El «Programa de acompañamiento social a familias en situación de exclusión residencial de Segovia» ha hecho posible que 145 personas, un 47% menores, se incorporen a una vivienda normalizada después de vivir más de treinta años en chabolas.
J. Marcos y Mª Ángeles Fernández / Lisboa
La crisis siembra pobreza y cada vez hay más personas sin hogar en Europa. De forma paralela, los gobiernos refuerzan la penalización de la mendicidad con nuevas leyes que dificultan el día a día de quienes viven y duermen en las calles. Las legislaciones a favor de la integración son la excepción.Sigue la trágica avalancha inmigratoria a territorio europeo en el mar Mediterráneo. Siguen las muertes. Siguen los enterramientos de hombres, mujeres, niños. Sigue la dispersión de sus cadáveres en ataúdes rebasando las dimensiones reducidas de Lampedusa, derramándose por Sicilia.
Y siguen cientos de seres humanos engullidos en las entrañas del «Mare Nostrum». Es un curioso nombre romano para un espacio que se resiste a ser dominado desde el corazón de Europa.No hay una red de tráfico internacional de niños, ni siquiera un robo, la miseria se ha revelado como el gran motivo que llevó a una familia búlgara a dejar a su hija de aspecto nórdico con un matrimonio de etnia gitana. Los prejuicios, la sospecha y un racismo que no se quiere reconocer hicieron el resto. Tres casos similares en Grecia e Irlanda disparan la preocupación sobre los riesgos de discriminación racial.
Desgraciadamente el Gobierno francés está haciendo lo mismo que anteriormente han hecho otros: Tratar de pescar votos en los caladeros tradicionales que han sido y siguen siendo feudo de la extrema derecha o de aquellos grupos menos tolerantes que han hecho de su confesión nacionalista el credo superior ante el que se deben rendir todas las ideologías.