La OTAN asegura que al menos 1.000 soldados rusos están en Ucrania. El ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov lo desmiente. Mientras que Vladimir Putin, pide a los separatistas pro rusos que liberen a los soldados ucranianos que mantienen rodeados en el este del país. El primer ministro ucraniano Arseni Iatseniouk, ha anunciado que va a pedir al parlamento que comience los trámites para la adhesión de Ucrania a la OTAN.
El avispero de Ucrania va a másEn nombre de la Unión Europea y de los 28 Estados miembros, José Manuel Barroso ha dirigido una carta al presidente ruso, Vladimir Putin, en la que le recuerda su compromiso de continuar suministrando gas a la Unión a través de Ucrania una vez que el gobierno ucraniano se ha comprometido a pagar los atrasos.
En el volcán que se está convirtiendo estos días la frontera oriental de Ucrania, hay mucho más en juego que la supuesta protección de unos rusos fuera de su país de origen, las intenciones expansionistas del presidente ruso, Vladimir Putin o la defensa de la democracia por parte de Bruselas. Detrás hay unas relaciones económicas y políticas de gran importancia para la Unión Europea y Rusia, que se han ido forjando con altibajos desde la caída del telón de acero.
Desactivar la tensa situación en Ucrania requiere más que un pacto en Ginebra. En primer lugar que Putin deje de escucharse a sí mismo y preste atención a lo que le dicen Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea. Algo que no parece muy probable.
ASTANÁ - La crisis de Crimea está ejerciendo presión sobre la tradicional política exterior de Kazajstán, que ha buscado equilibrar los intereses contrapuestos de Rusia, China y Estados Unidos en Asia Central.
Muchos en este país temen que el forzado respaldo del presidente Nursultán Nazarbayev a la anexión rusa de Crimea le puede estar abriendo sus propios problemas separatistas.
En el Consejo europeo que se inicia este jueves los líderes europeos van a buscar formas de reducir la enorme dependencia que tiene la Unión Europea del gas ruso, aunque no pretenden cortar los lazos energéticos de momento. Casi un tercio del gas que llega a la UE proviene de Rusia y el 40 % se recibe a través de Ucrania.
Este fin de semana la empresa rusa Gazprom ha iniciado las obras de construcción del «South Stream» en los Balcanes. Serbia es el primer país del Mediterráneo que comienza la instalación de las tuberías que tendrán unos 420 kilómetros de longitud. La Comisión Europea quería evitar depender del gas ruso, pero ha paralizado el proyecto Nabucco que debía transportar el gas desde Asia Central, pasando por Turquía.