Bruselas ha acogido, con extremas medidas de seguridad, la primera Cumbre del G7 que en diecisiete años, no ha contado con Rusia, tras su anexión de Crimea en marzo; la primera en la capital europea y la primera en que Herman Van Rompuy y Jose Durao Barroso han sido los anfitriones. El resultado es claro: todos están de acuerdo en que Rusia debe retirar sus tropas del este de Ucrania, so pena de futuras sanciones, aunque no descartan el diálogo con Moscú.
Los líderes del G-7, que están reunido en La Haya para la tercera cumbre de seguridad nuclear (NSS), han acordado volver a reunirse en junio en Bruselas en lugar de asistir a la cumbre del G-8 que Putin preparaba en Sochi en un intento de aislar a Rusia por la anexión de Crimea. Por su parte el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, decía poco antes que la decisión no es una «gran tragedia» para Rusia.
Por Esther Herrera/ Bruselas
La Unión Europea ha decidido hoy suspender las negociaciones con Rusia para la liberalización de visados y las del nuevo acuerdo marco Bruselas-Moscú, por la escalada en Ucrania. Un Consejo tenso ya que algunos Estados miembros querían imponer sanciones más duras y otros, con enormes inversiones financieras rusas o una gran dependencia energética, prefieren ir más despacio.
La ONU intenta no perder el tren de Ucrania