Pocos cambios en el segundo gobierno de Manuel Valls. El primer ministro francés ha retirado a los más críticos con su política, Arnaud Montebourg (Economía), Benoît Hamon (Educación) y Aurélie Filippetti (Cultura). Emmanuel Macron, exsecretario adjunto de la Presidencia, sustiutirá a Montebourg, siguen Laurent Fabius y Najat Vallaud-Belkacem, que se hará cargo de Educación. El nuevo gobierno tiene ocho hombres y ocho mujeres, pero pocos disidentes políticos.
Mientras en algunos lugares de Estados Unidos, la población se moviliza de nuevo contra el racismo mortal de algunos comportamientos policiales, en Francia se celebra estos días el 70 aniversario de la Liberación de París. Y eso sucede justo el mismo día, en que se clausura una exposición magnífica titulada «Great Black Music» (GBM), donde los sonidos de origen africano más insertos en nuestra cultura se unen a los relatos de las luchas contra la segregación, el apartheid y la esclavitud. Me parece una coincidencia llena de significado.
Mensaje del Presidente de la República francesa con motivo del 1 de agosto
El sábado 1 de agosto de 1914, hace hoy cien años, Francia decretaba la movilización general. Aquella mañana, en la portada de los periódicos, se publicaba la noticia de la muerte de Jean Jaurès, quien desde hacía meses elevaba su voz por la paz. Ya nada parecía obstaculizar la marcha inexorable del continente hacia el abismo.
Los franceses más desfavorecidos contarán con una ayuda europea de 499 millones de euros proveniente del Fondo Europeo de Ayuda para los Más Necesitados (FEAD), durante el periodo 2014-2020. A esta cantidad se sumarán 88 millones que aportará el Francia, primer país miembro que se beneficiará de este programa.
«C'est par des informations étendues et exactes que nous voudrions donner à toutes les intelligences libres le moyen de comprendre et de juger elles-mêmes les évènements du monde» (JEAN JAURÉS)
Hoy hace cien años fue asesinado Jean Jaurès, periodista y socialista. Intentó poner en marcha mecanismos de solidaridad, la huelga de los trabajadores por encima de sus proclamadas patrias, para evitar lo que no pudo evitar: la Primera Guerra Mundial.