El día que cumplió 50 años, Victoria pidió a sus amigos que se dejaran de bombones y flores y le regalaran una fotografía. Ahora, en la pared de un rincón de su casa tiene expuesta toda una galería de personas a las que quiere: marcos que encierran retratos de medio cuerpo, cabezas fijas de fotomatón, imágenes de grupo, incluso algún fotomontaje...
La obra de un fotógrafo es siempre en buena medida su propia autobiografía y en ocasiones hasta su autorretrato, sin necesidad de que el artista se fotografíe a sí mismo. Es lo que ocurre con las fotografías de Alberto García-Alix (León, 1956), que muestran su lado humano y sus preocupaciones, sus obsesiones y hasta sus sueños. Por eso la exposición que puede verse estos días en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, titulada «Autorretrato» es algo más que una evolución física del personaje se trata de una mirada transversal y poliédrica a la vida y a la obra de uno de los fotógrafos más valiosos del actual panorama de la fotografía española.
Bresson dejó a la posteridad algunas de las fotografías más importantes del siglo XX, muchas de las cuales pueden verse ahora en una gran exposición que la sala Mapfre dedica a su obra.
Para hacerlas recorrió todos los continentes, fue testigo de acontecimientos trascendentales de la historia y creó un periodismo que alguien calificó como «líricamente informativo», un estilo que acercó más que ningún otro el fotoperiodismo al arte.
La fotografía que ilustra la portada del catálogo de la exposición de Antoni Arissa en la Fundación Telefónica de Madrid es la de un hombre perseguido por su sombra, que camina de noche por una calle iluminada por una luz proyectada a sus espaldas, tal vez por un automóvil. La combinación de luces y sombras de esta imagen introduce una narración insólita en la escena, como si el hombre y su sombra fuesen perseguidos por una segunda sombra de origen incierto.
Se expone en Madrid la mayor retrospectiva de esta artista. Nacionalizada canadiense, país al que se trasladó por cuestiones de trabajo en 1973, y casada con el filósofo Andrew Lugg, Lynn Cohen (Racine, Wisconsin, EE.UU, 1944) se inició en el mundo del arte realizando grabados y esculturas, pero sustituyó esta actividad influida por la fotografía de Bernd y Hilla Becher y atraída por la obra de artistas como Edward Ruscha, Dan Graham y John Schott.