Organizaciones de personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero en Europa central y oriental, que luchan contra la discriminación y la intolerancia de la sociedad, ven con optimismo el «fracaso» del referendo en Eslovaquia celebrado en febrero. Convocado para reforzar la prohibición constitucional al matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción homoparental fue anulado debido a la gran abstención.
* Artículo conjunto de los ministros de Relaciones Exteriores de la República Checa, Alemania, Hungría, Polonia y Eslovaquia
La noche del 1 de mayo de 2004, Europa se encontraba en un estado de ánimo festivo. Cuando los fuegos artificiales se iniciaron a la medianoche, el puente que une Frankfurt Oder, en Alemania, con Słubice, en Polonia, se lleno de ciudadanos de los dos lados del continente europeo, dividido durante décadas, para reunirse en un mismo lugar. Esa imagen quedó reflejada en múltiples fiestas de muchos otros lugares de Europa - en la República Checa, Eslovaquia y Hungría- que se unían durante esa noche especial hacia el interior del proyecto de unificación europeo.
El 1 de mayo 2004 se produjo uno de los hitos más importantes en la historia de la Unión Europea: culminó el proceso de anexión de 10 nuevos países la mayor ampliación de la historia de la UE con 75 millones de nuevos ciudadanos que para la Unión significó 455 millones de personas, 21 idiomas oficiales e incontables nuevas tradiciones, costumbres y culturas que han enriquecido el patrimonio común.