Una comisión de la ONU acusó a Israel y al movimiento palestino Hamás de posibles crímenes de guerra durante el conflicto en Gaza en 2014, pero es improbable que su Consejo de Seguridad tome medidas al respecto debido a la tradicional alianza entre Washington y Tel Aviv.
Cuba y Estados Unidos continúan su ruta de acercamiento que pasa por el próximo restablecimiento de nexos diplomáticos y la apertura de canales de entendimiento, aunque para nadie es un secreto que el camino hacia una real normalización de las relaciones bilaterales se presenta espinoso.
Tras casi cuatro semanas de negociaciones, la Conferencia Internacional de Examen del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) ha tenido una conclusión previsible, un texto que refleja abrumadoramente las opiniones e intereses de los Estados con armas nucleares y de algunos de sus aliados.
Cuba avanza en sus diálogos con Estados Unidos y la Unión Europea (UE) entre el optimismo oficial y la cautelosa expectación de la ciudadanía que se pregunta si el nuevo entorno se traducirá pronto en inversiones que ayuden a levantar la economía del país.
Más de 25.000 combatientes que pretenden librar la «yihad» o guerra santa islámica han abandonado sus países para sumarse a grupos extremistas en el extranjero, según filtraciones de un informe reservado para el Consejo de Seguridad de la ONU y datos de otras investigaciones.
América Latina ha mostrado recetas propias para el desarrollo en la nueva era de relaciones continentales que se ha consagrado en la VII Cumbre de las Américas. Un foro en el que Cuba se ha estrenado y en el que Estados Unidos ha asegurado que ha cerrado el capítulo de «inmiscuirse con impunidad» en sus vecinos del sur.
Roma, IPS) - Durante largo tiempo, los estadounidenses han creído firmemente que su país tiene un destino excepcional y mantienen esa convicción en la actualidad a pesar de que su sistema político se ha vuelto totalmente disfuncional.
Los tres pilares de la democracia estadounidense -los poderes legislativo, ejecutivo y judicial- ya no se dirigen la palabra, por lo que el diálogo o la posibilidad de llevar a cabo una política bipartidista prácticamente ha desaparecido.