La terrible crisis que sacude a Oriente Medio y atemoriza a más de medio mundo es ciertamente un desafío para Occidente, que sin embargo responde de forma dispersa. Esto se debe, por un lado, a análisis divergentes y por el otro a intereses contrapuestos.
«Una grave crisis política y social arrasará a los países del euro si no se deciden a reforzar la integración de sus economías. La crisis de la zona euro no ha comenzado con la crisis griega, se ha manifestado mucho antes, cuando fue creada una unión monetaria sin unión económica y fiscal en el contexto de un sector financiero drogado por el endeudamiento y la especulación».
Aunque ha sido promocionada como una estrategia para «salvar vidas», la nueva política de la Unión Europea (UE) en relación a las multitudes que desde el norte de África atraviesan el Mediterráneo para buscar refugio o supervivencia económica en Europa, no prevé una misión explícita de búsqueda y salvamento de los inmigrantes en peligro de naufragio, que en cambio tenía la precedente operación italiana Mare Nostrum, concluida el 31 de octubre de 2014.
Cuando me preguntan si en el mundo actual Europa es todavía una «protagonista» relevante, respondo que sin duda lo es. Desde hace el tiempo sacuden al continente crisis financieras, y crisis estratégicas de seguridad interna -guerra incluida- y de inestabilidad en sus confines que la convierten en una protagonista absoluta de los asuntos mundiales.
Si la pregunta es, en cambio, en qué consiste el protagonismo de la Unión Europea (UE), basta con mirar unos pocos días de la agenda de la canciller alemana Angela Merkel.Desde 2004, la Comisión Independiente sobre Turquía (CIT) examina atentamente la evolución interna de ese país, así como las relaciones entre Ankara y la Unión Europea (UE). El 7 de abril la CIT presentó su tercer informe, titulado «Turquía en Europa: Los cambios indispensables». En pocas palabras, el informe formula propuestas orientadas al progreso de las relaciones bilaterales, para la posible la incorporación de este país a la UE.
Una reunión entre amigos que conocen muy bien Europa. Así se podría resumir el encuentro que se celebró el lunes en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, con motivo del libro del Presidente saliente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. A la cita, han asistido Javier Solana, Emma Bonnino y Philippe Maystadt.
Los últimos tres años han sido muy importantes para reforzar el movimiento por los derechos y libertades fundamentales de las mujeres y las niñas y, sobre todo, para eliminar la mutilación genital femenina en todo el mundo.