Más de 1.500 representantes de sectores financieros privados, expertos y líderes políticos han decidido este mes en Egipto movilizar inversiones para lanzar el mayor bloque de intercambio comercial de África, 26 países que suman 620 millones de consumidores y un PIB de 1.200 billones de dólares.
Que el terrorismo yihadista se ha convertido en una de las pesadillas que atormenta por las noches a los legisladores internacionales de la Unión Europea y Naciones Unidas es una realidad más que aplastante. Numerosas son las políticas que han puesto en marcha estas instituciones para la lucha contra el terrorismo.
Una semana después de que el gobierno estadounidense tomara la decisión de aplicar sanciones contra Venezuela por considerar que la situación en el país constituye una amenazada a su seguridad nacional, el titular español José Manuel García-Margallo cree que ese caso no ocurre con Europa por lo que «no tiene sentido» imponer medidas. Sin embargo, ha admitido su preocupación por la inestabilidad en el país y el encarcelamiento de los opositores.
Por un momento, hace cuatro años, pareció que los dictadores de Oriente Medio serían pronto cosa del pasado. Por entonces, parecía que Estados Unidos tendría que dar pruebas de su declarado apoyo a la democracia, mientras que millones de tunecinos, egipcios, bahreiníes, yemeníes y demás se rebelaban contra la represión de sus gobernantes. Muchos de esos autócratas contaban con el apoyo de Washington a cambio de que aquellos ofrecieran «estabilidad» a sus países.
Cuando terminó en El Cairo la conferencia internacional de donantes para la reconstrucción de la Gaza devastada, la tercera de su tipo en menos de seis años, la pregunta que todos se hacían era si sería la última o si se producirían más agresiones en el futuro.
Menos del cuatro por ciento del territorio de Egipto son tierras cultivables, concentradas alrededor del delta y el valle del río Nilo. Las autoridades se esfuerzan por garantizar la seguridad alimentaria y mejorar los estándares de nutrición ante los pronósticos de que la población de 85 millones de habitantes se duplique para 2050.
El resultado de las elecciones generales de Egipto ya se conocía antes de que concluyera el proceso electoral el miércoles 28 y por esa razón muchos electores no se acercaron a las mesas de votación de El Cairo, cuyas calles estaban tan vacías como las urnas.