En un artículo satírico del diario Wall Street Journal titulado 'Una mirada poco seria al año venidero', Hugo Rifkind pronostica que el precio del barril de petróleo caerá tanto que la gente terminará por comprar el barril y tirar su contenido.
Ese escenario quizá sea improbable, pero la fuerte caída de los precios del oro negro, que esta semana ha descendido a 50 dólares en Nueva York, ha generado buenas y, en su mayoría, malas noticias.
Las principales bolsas europeas han abierto este martes con pequeñas subidas que indican que a los inversores no se les va de la cabeza el futuro de Grecia ni el precio del petróleo que no deja de bajar. Todo eso hace presagiar un probable resurgir de la crisis que parecía aletargada a finales de 2014.
La UE pone trabas al turismo, la compra de inmuebles y las exportaciones de tecnología a Crimea. Las últimas sanciones del año por parte de Bruselas inciden especialmente en el comercio y los servicios con Crimea y Sebastopol. También se suspende el tráfico de trenes y autobuses desde el continente y el uso de tarjetas Visa y Mastercard, por parte de EEUU.
Tras meses de rumores, los problemas económicos de Rusia han pasado a acaparar los titulares mundiales, tras el derrumbe de su moneda a mediados de diciembre. La caída de los precios del petróleo hizo que el rublo descendiera a valores mínimos históricos y haya provocado la crisis económica rusa más grave desde finales de los años 90.
Para los economistas ya no caben eufemismos. Rusia se asoma al abismo de una recesión económica que podría durar años. Lastrada por la caída del precio del petróleo y por las sanciones económicas impuestas por Occidente, la sociedad rusa podría enfrentarse en 2015 a una caída del PIB de más del 2%.
Los viejos fantasmas volvían a aparecerse a los griegos este martes. El país heleno revivía sus peores pesadillas cuando su primer ministro, Antonis Samaras, anunciaba su intención de adelantar las votaciones para elegir al Presidente de la República. La noticia caía como un jarro de agua fría en los parqués, provocando la espantada general de los inversores.
Mariano Rajoy derrocha optimismo allá donde va. Durante su intervención en la XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz, México, ha explicado que España será uno de los pilares básicos de la economía europea en 2015. Todo ello pese a las dudas que tiene la Comisión Europea que incluye a España en el grupo de países con riesgo de incumplir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.