Médicos Sin Fronteras y los gobiernos de Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry están exhautos, sobrepasados por un pequeños virus: el ébola y por lo que es peor, la sordera y la ceguera internacional. Llevan 8 meses luchando en solitario contra una épidemia que se mata lentamente, en solitario. El caso de la auxiliar de enfermería española contagiada por este virus ha demostrado las dificultades a las que se enfrentan los profesionales sanitarios y los gobiernos para evitar el contagio, aunque difícilmente servirá para sensibilizar a los organismos públicos.
El Día Mundial de la Alimentación es una oportunidad para reflexionar sobre cómo la ayuda de la Unión Europea está aliviando el mayor problema «solucionable» del mundo: el hambre. Estamos a punto de pasar las carteras de ayuda humanitaria y al desarrollo a la próxima Comisión Europea, por lo que es el momento de hacer un balance de lo que hemos logrado y lo que queda por hacer.
Una jornada para rendir homenaje a las personas que día a día arriesgan sus vidas para ayudar a los demás. Cada vez es mayor la necesidad del trabajo de esas personas que de forma solidaria ofrecen ayuda y esperanza a las víctimas de los conflictos provocados por el hombre y las catástrofes naturales que se multiplican en el mundo.
La Unión Europea ha acogido a 135.700 personas demandantes de asilo según Eurostat, la agencia de estadística de la Unión Europea. Los sirios que huyen de la guerra que asola al país desde hace más de tres años son los primeros beneficiarios. La comunidad afganas es también la más numeroso en pedir asilo. Hoy es el Día Mundial de los Refugiados.
La región de los Balcanes vive una de las peores primaveras de su historia, después de que 47 personas murieran en las inundaciones más graves en 120 años y que decenas de miles de bosnios, croatas y serbios fueran evacuados de sus casas.
Aunque las lluvias dieron una tregua el domingo, Serbia y Bosnia-Herzegovina siguen en estado de máxima alerta. La principal amenaza ahora son los corrimientos de tierra, que además de agravar los daños, podrían sacar a la superficie algunas de las más de 120.000 antiguas minas antipersona ocultas bajo tierra. La vuelta de las aguas a su cauce está dejando tras de sí ciudades devastadas y cubiertas de lodo.
Entrevista a Jesús Orús Báguena, director oficina de la UE en Sudán del Sur