Nuestro compromiso a favor del acceso y el control de los recursos naturales, en Greenpeace y en el Oakland Institute, hace que nos acusen constantemente de operar en contra del desarrollo, o que nos tachen de ser «organizaciones del Primer Mundo que se ocupan más de los árboles que de los seres humanos», pese a que trabajamos con comunidades en todo el mundo, desde China a Camerún o la República Checa.
El Banco Mundial ha dado un paso poco común pero de alto perfil al distanciarse de la economía tradicional para persuadir a los responsables políticos de que incidan en la investigación de la conducta humana cuando elaboren sus planes y proyectos. Este enfoque ayudaría a comprender las formas en que las costumbres, los prejuicios y los impulsos colectivos repercuten en la salud, la educación o el ahorro personal, entre otros ejemplos.
Las islas y los glaciares son el termómetro del cambio climático. Miles de islas pueden desaparecer si el nivel de los mares aumenta a causa del deshielo de los casquetes polares. Hay países que pueden desaparecer. Es la preocupación que viven los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo. Por eso la ONU ha declarado al 2014 como «Año Internacional de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo», y hoy empieza la Conferencia Internacional en Samoa, uno de los países que más teme acabar engullido por el océano.
Hace casi 20 años el hutu Sylidio Gashirabake participó en el genocidio en Ruanda. El mismo timpo que el tutsi Augustin Kabogo, perdió a su hermana y a otros familiares en aquella violencia sectaria. Pero ahora los dos trabajan codo con codo en una empresa, en el sudoriental distrito de Kirehe. Se estima que 800.000 miembros de la minoría tutsi y moderados hutus murieron en la masacre
Sin ninguna crisis financiera severa en el radar a la que tratar de dar respuestas, el Foro Económico Mundial 2014, que se inició este miércoles 22, «buscará soluciones para los problemas realmente fundamentales», según dijo su fundador, Klaus Schwab.