Una histórica conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Asuntos de Desarme concluyó este viernes 28 en esta ciudad de Japón, haciendo hincapié en la necesidad de un mundo sin armas nucleares, pero sin consenso sobre cómo avanzar hacia la meta.
«Debemos aprender las lecciones de la historia», ha dicho el primer ministro de Japón Shinzo Abe en su declaración con motivo del 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en la que ha expresado su «pésame eterno» por las víctimas de la guerra en su país y en el extranjero
Al cumplirse 70 años de los bombardeos atómicos sobre Japón, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se hizo eco de la reclamación de los activistas antinucleares del mundo: «No más Hiroshimas, no más Nagasakis».
Hablamos con Jennifer Allen Simons, presidenta de la Fundación Simons, dedicada a la eliminación de las armas nucleares.
«No sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial se peleará con palos y piedras», pronosticó Albert Einstein, el renombrado físico que desarrolló la teoría de la relatividad.Hablamos con Lassina Zerbo, secretario ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE)
Decenas de organizaciones que pretenden crear un mundo más seguro se niegan a que las disputas geopolíticas empantanen la quinquenal conferencia internacional de examen del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que celebra la ONU. Una de ellas es la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE), fundada en 1996, con el objetivo de vigilar de forma independiente el cumplimiento del tratado en cuestión.La Conferencia de las Partes de 2015 encargada del examen del Tratado de la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) se celebrará en Nueva York a finales de abril. Insto a los participantes del encuentro, que se realizará en el 70 aniversario de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, a que asuman la responsabilidad de impulsar el logro de un mundo sin armas nucleares.
Un representante de la sociedad civil provocó la risa de los presentes cuando declaró su «admiración por el delegado de Estados Unidos que, con una intervención insensible, inoportuna, inadecuada y diplomáticamente inepta, había conseguido disipar la considerable buena voluntad» que Washington había obtenido al participar en la Conferencia sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares.