A estas alturas todo el mundo sabe que la crisis ha hecho estragos en el tejido empresarial de España. Y se ha llevado por delante también buena parte de la red de inversiones en I+D+i, que había empezado a tejerse en los años de bonanza. Según el informe que ha presentado este miércoles la Fundación para la Innovación Tecnológica, Cotec, ya sólo quedan 10.000 empresas que invierten en investigación, innovación y desarrollo.

Coches compartidos, herramientas de seguridad en internet, análisis genéticos, juguetes destinados a la educación emocional, una plataforma de cambio de divisas o repostería para alérgicos. A priori parece que estos productos y servicios poco o nada tienen que ver los unos con los otros; sin embargo, a sus creadores les une una misma filosofía: el emprendimiento. Son los seis proyectos premiados por la Fundación Cotec, Deloitte y la Real Academia de Ingeniería dentro de la iniciativa Generacción.

«Oui Innov», plataforma de promoción de la innovación francesa en el extranjero, reúne en Madrid el próximo 25 de septiembre a más de 400 inversores, expertos en innovación y emprendedores de ambos países bajo el lema «Es hora de innovar».

Frente a la la fuerte competencia de países emergentes que está sufriendo en España el sector textil y la confección tradicional, aumenta la demanda de tejidos técnicos. Los nuevos productos textiles se utilizan en múltiples sectores como sanidad, moda, medioambiente, seguridad, automoción, construcción, agricultura y ocio, entre otros muchos, y están experimentando una creciente demanda en todo el mundo.

No son buenos tiempos para la investigación y la innovación. La crisis económica ha cerrado el grifo de las ayudas al I+D+i. Pese a todo España cuenta con centros de investigación pioneros en los que unos pocos consiguen abrirse un hueco en el mercado de la biotecnología. La Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica ha reunido en la planta 44 de la Torre Espacio de Madrid a dos jóvenes empresarios innovadores que han destacado en el sector biomédico.