Aunque para muchos ha pasado inadvertido, el 13 de abril el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó la tercera y última parte de un informe en el que se advierte sin rodeos que solo tenemos 15 años para evitar superar el umbral de un calentamiento global de dos grados. Más allá, las consecuencias serán dramáticas.
Cambio Climático: el IPCC advierte de que así vamos malSiete millones de personas murieron en 2012 como consecuencia de la contaminación atmosférica, según las nuevas estimaciones publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es decir, una de cada ocho muertes tiene que ver con la mala calidad del aire. Unos datos que duplican «con creces las estimaciones anteriores» y confirman que la contaminación atmosférica constituye en la actualidad el riesgo ambiental para la salud más importante del mundo, explica la OMS.
La contaminación ha obligado a parar el tráfico en varias ciudades de Francia. Una treintena de departamentos, incluido el área metropolitana de París, están en alerta por contaminación del aire. En el centro de la capital de Francia el transporte público será gratuito hasta el domingo por la noche para que los automovilistas no utilicen sus vehículos.
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«Los mares europeos y los océanos no están en buena forma». El claro mensaje lo ha lanzado el comisario de Medio Ambiente de la Unión Europea, Janez Potočnik. «Nosotros dependemos de estos mares y necesitamos un equilibrio, lo que significa encontrar caminos para recoger su potencial económico sin incrementar la presión sobre su ya frágil entorno, creando crecimiento y puestos de trabajo que sean seguros a largo plazo», añadió el político esloveno.El aire que se respira en la UE deja mucho que desear, tanto que es la primera causa medioambiental de muerte prematura por delante de los accidentes de tráfico. El aire contaminado es la razón de la muerte de unas 400.000 personas en la UE en 2010. Para cambiar la situación los Estados miembros deberán reducir las emisiones procedentes de la industria, los vehículos y los hogares.
Aproximadamente, 10 millones de toneladas de residuos terminan cada año en los mares y océanos del mundo. La Comisión Europea abre una consulta pública para que ciudadanos, organizaciones y empresas presenten sus puntos de vista sobre cómo frenar un problema que está acabando con numerosas especies marinas.