Un extraño fenómeno se repite cada noche en las azoteas de la capital inglesa: se encienden las luces, comienzan a funcionar los proyectores, y el público, acomodado en sus hamacas, disfruta del mejor cine. Otros, prefieren tumbarse en el césped de un parque, y ver la película mientras toman unas cervezas entre amigos. El cine al aire libre está de moda en Londres.
Procedente del núcleo creador de cine bávaro, Caroline Link ha sido una de esas directoras que ha conseguido abrirse paso poco a poco.En 1996 dirigió su primera película, 'Mas allá del silencio', y en 2002 ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por 'En un lugar de África'. En estos años se ha convertido en una figura fundamental del cine alemán y ha sabido conquistar al público con imágenes impactantes e historias conmovedoras.
La película «Winter Sleep» (Sueño de invierno), del director turco Nuri Bilge Ceylan, ha ganado la Palma de Oro del festival de Cannes. Es una de las películas proyectadas durante el certamen cinematográfico que destacan por su humanismo y preocupación por los temas globales. La cinta explora las relaciones humanas junto a los temas de la desigualdad, la aparentemente insalvable distancia entre ricos y pobres y el papel de la religión en la vida de la gente.
Cuando leemos novelas o ficciones cortas en cualquier idioma, lo hacemos para entender la historia, para aprender algo nuevo o, con suerte, para lograr algún tipo de elevación emocional gracias a las palabras impresas en la página y a las habilidades del narrador. Entonces, ¿cómo contar la «historia» del cambio climático y el recalentamiento planetario?
El documental «The Act of Killing» (El acto de matar), que retrata las masacres que se perpetraron en Indonesia en 1965 y 1966, no ha ganado el Óscar para el que estaba nominado, pero quizá gane en otros terrenos.