Unos 25 millones de turistas viajaron el año pasado al Caribe, más de 4 millones y medio eran europeos. Esta avalancha de personas y la creación de servicios para cubrir sus necesidades, principalmente hoteles en las playas. Es uno de sus principales ingresos, pero los países de la zona están planteándose otras alternativas, ante la posibilidad de que el cambio climático acabe con parte de su franja costera.