Río de Janeiro, IPS - ¿Habrá llegado a su fin el modelo implantado en Brasil por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2003, que integraba una política económica considerada neoliberal y un Estado activo en redistribuir los ingresos y promover la inclusión social?. En su segundo mandato, que comienza el 1 de enero, Dilma Rousseff intenta aparentemente restaurar esa combinación que tan bien le funcionó a su predecesor.
En 2013 se produjeron en Brasil 127 largometrajes que han conseguido atraer a las salas de cine a más de un millón de espectadores. Siete de esas películas se podrán ver en España dentro de la muestra Novocine 2014. Todas ellas ayudan a crear un retrato del Brasil actual a través de historias que se desarrollan en ciudades de todo el país. Novocine plasma la realidad brasileña contemporánea y muestra el crecimiento de la industria cinematográfica de ese país a lo largo de los últimos diez años.
La intensa competencia por la Presidencia de Brasil entre la mandataria, Dilma Rousseff, y el candidato del centroderechista Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, se saldó el 26 de octubre con la reelección de Rousseff. Como sucede en las reelecciones, no va a existir un período de «luna de miel» para el gobierno que oficialmente comenzará el 1 de enero de 2015.
El examen al que se sometió la izquierda en las elecciones del domingo en Brasil y Uruguay arrojó resultados que demuestran que el anunciado reflujo de la ola progresista en el Cono Sur latinoamericano resulta, por ahora, errado. La presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, se impuso con 51,64 por ciento de los votos a su adversario Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña, que logró 48,36 por ciento.
Por Anna Ayuso, Roberto Ortiz de Zárate, Sílvia Serrano y Santiago Villar (CIDOB)
El 5 de octubre los brasileños vuelven a las urnas para elegir a su presidente. Unas elecciones que llegan tras superar una etapa política convulsa a causa de las protestas ciudadanas en favor de mejoras sociales que comenzaron en julio de 2013 y continuaron en los días previos al mundial de fútbol en junio de 2014, que provocaron el descenso en picado de la popularidad de la actual presidenta Dilma Roussef. La desaceleración economía y el auge de la candidata de la oposición, Marina Silva, han supuesto una sacudida para los comicios presidenciales.