La presión migratoria se ha triplicado en 2014. Según datos de la UE, en lo que va de año han intentado entrar de manera irregular tres veces más personas que el año pasado. El endurecimiento de las leyes migratorias en la mayoría de países europeos hace que el recibimiento que les espera a su llegada al Viejo Continente poco o nada tenga que ver con el paraíso soñado.
Detener las violaciones de derechos humanos de los migrantesInundaciones generalizadas, prolongadas olas de calor y una elevación lenta pero implacable de los mares, son algunas de las calamidades que, según muchos científicos, acarreará el cambio climático, dejando sin salida a los ya más vulnerables. Cuando se desencadena un desastre natural, a veces las poblaciones no tienen más opción que abandonar las áreas afectadas. Para algunas personas, no existe esta alternativa.
La Unión Europea ha iniciado el 1 de noviembre, la Operación Tritón, que debe relevar a la misión de salvamento y rescate de inmigrantes «Mare Nostrum», liderada por Italia, y que durante un año ha rescatado unos 150.000 inmigrantes. Participan 21 países que aportan personal especializado, siete barcos, 4 aviones y un helicóptero. De momento el presupuesto de «Tritón», solo llega hasta diciembre y es de algo menos de 6 millones de euros, la tercera parte de lo que le ha costado a Italia «Mare Nostrum».
Hasta 600.000 personas inmigrantes ven privada su libertad cada año en los países de la Unión Europea, como resultado de la «gestión migratoria» comunitaria. Éste es uno de los datos que recoge el informe 'La cara oculta de los campos de detección de inmigrantes en Europa', realizado por la campaña 'Open Access Now'. Las políticas comunitarias sobre migración son «un sistema enormemente costoso, que viola los derechos fundamentales de los migrantes, a los que se penaliza, y carente de garantías legales efectivas», concluye el estudio.
2014 está batiendo un triste récord con 3.000 personas muertas hasta la fecha en el Mediterráneo, frente a más de 600 en todo 2013. La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) ha guardado un minuto de silencio cuando se cumple un año del hundimiento del barco en el que viajaban 368 refugiados e inmigrantes de Eritrea frente a la isla italiana de Lampedusa.