Está considerado el primer gran genocidio del siglo XX. El 24 de abril de 1915, durante la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano, gobernado por turcos, puso en marcha una gran redada en Estambul contra la comunidad armenia. Detuvieron a varias decenas de miembros destacados de la sociedad, muchos de ellos intelectuales nacionalistas. Fue la primera de una oleada de matanzas, detenciones masivas y deportaciones de armenios que acabaron con la vida de más de un millón y medio de personas. Decenas de miles no tuvieron más remedio que huir atravesando el desierto, sin agua ni comida, rumbo a lo que hoy es Siria.
Armenia está atacando de forma inesperada a Europa por una ley de igualdad de género que para muchos en este país promueve la homosexualidad como un «valor europeo». La reacción ha sido tan violenta que algunos observadores políticos creen que se atiza artificialmente a fin de crear apoyo popular para la decisión que tomó el mes pasado Ereván de buscar asociarse a la Unión Aduanera de Rusia, Bielorruria y Kazajstán a expensas de vínculos más cercanos con la Unión Europea.
Rusia ha convencido a Armenia para que se una a la Unión Aduanera, de la que forma parte junto a Bielorrusia y Kazajistán, y sea con ésta con quien fortalezca sus lazos comerciales y no con la Unión Europea. Esto pone fin a años de conversaciones entre el gobierno armenio y la UE para acercar posiciones.