La cantidad de armas nucleares en el mundo descendió levemente, pero la modernización de ese arsenal sigue avanzando, advierte el Anuario 2015 del Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Sipri), publicado el lunes 15.
Recientemente estuve en Asís, la ciudad natal de San Francisco y Santa Clara, dos grandes espíritus que han inspirado a millones y millones de personas en todo el mundo. San Francisco, un hombre de paz, y Santa Clara, una mujer de oración, transmiten desde la Edad Media un mensaje de amor, de compasión, de afección por los seres humanos, los animales y el ambiente, que aún hoy nos ilumina y nos conmueve.
Un mundo libre de armas nucleares puede y debe concretarse mientras viva. Esto puede parecer una declaración audaz y bastante optimista después de haber dedicado mi vida a trabajar por la paz y el desarme. Pero consideremos las actuales amenazas globales, 25 años después de la caída del Muro de Berlín, que simbolizó el fin de la Guerra Fría, y en la previa al 70 aniversario de la ONU, el foro creado para armonizar las acciones de los 193 estados miembro mandatados por la Carta para mantener la paz y la seguridad.
Según un informe de la ONU las fuerzas del denominado Estado Islámico en el norte de Siria han instaurado una campaña para aterrorizar a la población, con amputaciones, ejecuciones públicas y palizas. Por su parte el Gobierno ha arrojado bombas, algunas de ellas con cloro, contra civiles.
Científicos y organizaciones de la sociedad civil de Grecia expresaron su preocupación por la destrucción en curso del arsenal químico de Siria, dirigida por la Marina de Estados Unidos en una embarcación que se encuentra en aguas internacionales del mar Mediterráneo.
Cada 10 de diciembre, día de la muerte de Alfred Nobel, las capitales de Noruega y Suecia se engalanan para la entrega de los premios más prestigiosos del mundo. La ceremonia de este año ha estado marcada por el recuerdo a Nelson Mandela.
El Comité noruego de los Nobel ha destacado los esfuerzos de la OPAQ, creada en 1997, por eliminar los arsenales de armas químicas de todo el mundo. La organización ha descartado a Malala Yousafzai por su corta edad y por la posibilidad de que el premio la convirtiera en un objetivo terrorista.