El Museo Thyssen-Bornemisza acoge una de las mayores exposiciones de pop-art, con obras de sus grandes representantes. La novedad de la exposición que en relación con otras muestras de pop-art es la de relacionar este movimiento con los géneros pictóricos tradicionales de la historia del arte: el retrato, el paisaje, los bodegones y las naturalezas muertas, el erotismo, las obras maestras de la historia de la pintura. Todos estos géneros se someten a una nueva mirada bajo la óptica del pop-art, de la que resulta una lectura novedosa y original.
Un retrato hecho por Alberto Schommer a un Andy Warhol envuelto en la bandera norteamericana podría ser el mejor icono para representar las relaciones entre el artista del Pop Art y su país. La bandera de las barras y las estrellas arropa y protege a un Warhol que al mismo tiempo sitúa a la enseña, pues es él mismo quien la pinta, en el campo de la modernidad.