En 1989 llegó a un hotel de Pekín un paquete muy especial. Contenía un lote de algas verdeazuladas destinadas a pasar cinco días en el espacio, en una cápsula. Era el comienzo del proyecto MELISSA, dirigido por la ESA. Un cuarto de siglo después se está instalando en Barcelona un ecosistema completamente cerrado que fabricará alimentos para los astronautas.
AT~SEA, un novedoso proyecto compuesto por seis pymes, una gran empresa y cuatro centros de investigación en su mayoría europeos, ha dado con la tecla para terminar con las dificultades a la hora de cultivar y recolectar algas marinas. Los integrantes del plan han diseñado un tejido hasta ahora desconocido que permitirá obtener un alto rendimiento en las estructuras flotantes de algas, facilitando y mecanizando el cultivo y, por ende, la recogida.
Un estudio del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo constata, por primera vez, que el aumento del CO2 atmosférico provocó la subida de las temperaturas hace entre 2 y 10 millones de años, con unas concentraciones de Dióxido de Carbono muy similares a las que se esperan para finales de este siglo.
La última propuesta de la Comisión Europea de frenar el uso de ciertos biocombustibles sospechosos de estar relacionados con la deforestación y la inseguridad alimentaria a nivel global, se ha encontrado con un muro difícil de salvar en la negativa de varios estados miembros que abogan por continuar con su producción y su uso.