Este martes han llegado a Siria los inspectores de la ONU que deben comprobar y hacer una lista del arsenal químico del régimen de Bashar al Assad que otro grupo de experto eliminará de forma escalonada. Harán su trabajo en medio de una guerra civil entre diferentes bandos sin control.

El gobierno sirio ha aceptado la proposición rusa de entregar sus armas químicas al control internacional para evitar un posible ataque de Estados Unidos. La UE dice que se debe hacer lo antes posible y apoya plenamente la «propuesta y su aplicación»

Mark Fitzpatrick*

Manama (Barein), (IPS) - Como si la crisis por el programa nuclear iraní no fuera ya lo bastante complicada, Bashar al Assad la ha enredado aún más al lanzar armas químicas en suburbios de Damasco el mes pasado. De pronto, el conflicto en Siria ha encombrecido todos los otros factores relacionados con Irán.

Más de dos millones de personas, el equivalente a cuatro veces la población de Manchester o de Lyon, han tenido que huir de Siria. Más de la mitad de los refugiados son niños. Este triste récord representa una presión y un sacrifico para los países de acogida que ven amenazada su propia estabilidad en materia educación, sanidad y seguridad.

Damasco contiene el aliento

Tras el anuncio de que el gobierno de Estados Unidos podría atacar Siria en breve, ha quedado muy poco por decir. El hecho de que el presidente Barack Obama sea un guerrero renuente agrega peso a la justificación de su ataque, se nos dice.

«La vida es casi normal en el centro de Damasco», asegura Hashim desde el barrio predominantemente cristiano de Bab Touma. «Solo el ruido ocasional de la artillería en las afueras me recuerda que estamos en guerra», añade.