Las gestiones para hallar una solución política a la guerra civil de Siria, que comenzó en marzo de 2011, continúan. En la última semana, distintos grupos opositores al gobierno de Bashar al Assad han organizado tres conferencias con ese fin que se han realizado en Damasco, Derik - una ciudad norteña controlada por los kurdos de Siria - y Riad, la capital de Arabia Saudita.
Hace apenas 10 meses, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que la población de refugiados de Siria había llegado a los tres millones. Ahora esa cantidad ha superado ya los cuatro millones.
La guerra civil en Siria acaba de cumplir cuatro años. En ese lapso el conflicto se cobró la vida de más de 220.000 personas, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU rechazó, mediante cuatro vetos, la adopción de medidas contra las atrocidades cometidas en el país de Medio Oriente. La organización independiente estadounidense Centro Mundial por la responsabilidad de Proteger resume la situación en un titular llamativo, «cuatro años, cuatro vetos, 220.000 muertos».
Lo peor del conflicto armado en Siria, que ya lleva cuatro años y le ha costado la vida a más de 200.000 personas, es el uso de las improvisadas pero letales bombas de barril que provocan miles de muertes y violan las resoluciones de la ONU, denuncia un informe publicado este martes 24 por Human Rights Watch (HRW).
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE reunidos hoy en Bruselas han abordado la amenaza del Estado islámico en Irak y en Siria. Los Veintiocho han coincidido en la solución política al conflicto. El ministro español Manuel García Margallo han insistido que todas la partes, incluido Bashar Al Assad, deben formar parte de las negociaciones, aunque no de su futuro. También han seguido con especial atención los últimos acontecimientos en Libia y Ucrania.
La mujer entró a la oficina de prensa del Frente Islámico cerca de la frontera con Turquía estaba a punto de desmayarse bajo el fuerte sol, pero lo único que le importaba era su bebe. La mujer es una más de los tres millones de refugiados sirios que se esfuerzan por mantener a sus hijos sanos y salvos frente a los innumerables peligros de las zonas de guerra, los campos de refugiados y el hecho de carecer de ciudadanía.
Según un informe de la ONU las fuerzas del denominado Estado Islámico en el norte de Siria han instaurado una campaña para aterrorizar a la población, con amputaciones, ejecuciones públicas y palizas. Por su parte el Gobierno ha arrojado bombas, algunas de ellas con cloro, contra civiles.