Esta ex república soviética, de la que se separó en 1991 sigue muy de cerca la anexión de Crimea y los movimientos rusos en Ucrania. Estonia tiene 1,3 millones de habitantes, de los que una cuarta parte es rusohablante. Los ejercicios militares que Rusia ha organizado cerca de su frontera pocos días antes de las elecciones han redoblado el temor de que el Kremlin esté dispuesto a poner un poco de cizaña entre los estonios.
Según un sondeo de TNS Emori, publicado este sábado, el partido prorruso, Centro cuenta con el 22% de las intenciones de voto, por detrás del Partido de la Reforma (26%) y por delante de los socialdemócratas (19%). Estas dos formaciones gobiernan actualmente en coalición. Los buenos resultados de Centro se deben al apoyo que cuenta entre la minoría rusohablante. Estonia es miembro de la OTAN, de la Unión Europea y de la zona euro.
En sondeos previos, el Centro aparecía en cabeza de la carrera electoral, pero según los analistas, este partido carece de aliados por lo que no podrá formar una mayoría en el Parlamento de 101 escaños, lo que permitirá a la actual coalición seguir en el poder, apoyada por los conservadores del IRL, que podrían conseguir en torno al 16% de los votos.
La popularidad del líder del Centro, Edgar Savisaar, se hundió el pasado año, tras una polémica visita a Moscú, donde dijo que aprobaba la anexión de Crimea por Rusia. Savisaar, primer jefe de gobierno tras el desmoronamiento de la URSS, es alcalde de la capital, Tallín desde 2007 .
El primer ministro estonio, Taavi Roivas, que es el más joven de la UE con solo 35 años, ha definido la situación que se ha creado en la región como un cambio climático, «no sólo se trata de mal tiempo, es un cambio climático», ha dicho y ha añadido que»la situación de la seguridad se perpetuará durante mucho tiempo»,
Roivas, pide junto con sus homólogos de Letonia y Lituania una mayor presencia de la OTAN, en particular aérea, para responder a la del ejército ruso en las cercanías de sus fronteras. La Alianza ha anunciado la creación de una fuerza «Punta de lanza» de 5.000 hombres y seis centros de mando en la región, uno de ellos en Estonia.
Pero el sentir de los ciudadanos varía según vivan más o menos lejos de la capital y más cercanos a la frontera con Rusia. En Narva, donde el 90% de los 60.000 habitantes es de origen ruso. no entienden que se vea a Rusia como una amenaza y cuestionan la situación económica que vive su región, una de las más pobres de la UE en la que el desempleo afecta al 9% de la población, 2 puntos más que la media nacional.Los problemas sociales, como el proyecto de introducir un salario mínimo de 1.000 euros y rebajar las cotizaciones a la seguridad social, han suscitado fuertes debates durante la campaña electoral.