Hablamos con José Manuel Sanjurjo Jul, vicealmirante de la Armada e ingeniero especialista en misiles antiaéreos, coordinador del informe «Transforming manufacturing»
Europa necesita una nueva reindustralización, avanzar hacia nuevos modelos industriales que ayuden a «revertir la pérdida del tejido productivo», para que la «tercera revolución industrial», que ya está aquí y es imparable no haga perder a la Unión Europea su liderazgo internacional y el estado de bienestar conseguido.
EuroCase, una organización que agrupa a 21 academias de ingeniería europeas, ha impulsado el informe «Nuevos modelos industriales. Un camino hacia el crecimiento inteligente, sostenible e integrador en Europa (Transforming manufacturing)» que ha coordinado José Manuel Sanjurjo de la Real Academia de Ingeniería de España (RAI).
Los académicos hacen un llamamiento a los líderes políticos de la UE y de los Estados miembros para que den un cambio de rumbo a la planificación de los procesos industriales y Europa «no pierda la Tercera Revolución Industrial, o Industria 4.0».
eXp- ¿Se puede decir que estamos en los albores de una nueva era?
José Manuel Sanjurjo- Si. Esto no es una crisis económica, esto es que entramos en una nueva era. La crisis vino a ponerlo todavía más difícil, pero habría ocurrido lo mismo con crisis que sin crisis. La gente tiene que ser consciente de que aquí lo que pasa es que estamos entrando en una nueva era como se entró en la primera revolución industrial: en el vapor, en la mecanización... estamos cruzando exactamente el mismo umbral.
eXp- ¿Qué es lo que necesita la industria europea?
JMS- Hemos analizado las tendencias del tejido industrial, y lo primero que hemos visto es la conectividad. Ya vivimos en una sociedad terriblemente conectada, no hay más que ver que con una simple tableta de Ipad podemos mantener una video conferencia con cualquier lugar, sin problemas. La plasmación va a ser la nueva generación de internet que es precisamente una de nuestras recomendaciones a la Comisión Europea, hay que apostar por la nueva generación de internet porque va ser uno de los ejes que va a modificar la industria.
Otro gran eje es todo lo que tiene que ver con la automatización, sobre todo pensada para el manejo de grandes cantidades de datos. El tercero es todo lo relacionado con la impresión en 3D que va a revolucionar por completo el tejido manufacturero de Europa. El cuarto es la aparición de nuevos materiales. Queda la nueva generación de la robótica y por último la capacidad de integración.
eXp- ¿Toda la industria dependerá del ordenador?
JMS- Es un concepto que nosotros llamamos del 'ordenador al mercado', se trata de hacer el mayor trabajo posible en el ciberespacio e ir al mundo físico lo más tarde posible.
Hoy existe la suficiente tecnología para que yo por la mañana me baje un programa del ordenador, diseñe una pieza, le dé la orden de que imprima a la impresora 3D que tengo en el garaje e incluso la pueda vender por e-mail. Prácticamente es ir del ordenador al mercado interactuando lo más tarde posible con el mundo real.
eXp- ¿La impresora en 3D imprime en qué material?
JMS- Las impresoras 3D funcionan casi igual que las que utilizamos habitualmente, salvo que el material con el que se imprime tiene que estar en un estado parecido al de la tinta. Hoy en día está preparado desde titanio hasta casi células vivas en ese formato. Por eso tienen mucho que ver los nuevos materiales porque para imprimir es necesario que se puedan convertir a ese formato.
En estos momentos se pueden imprimir piezas en titanio que se están utilizando en la aviación comercial. Es un avance tremendo.
eXp- ¿De forma que un ingeniero puede trabajar en el garaje de su casa con su ordenador y su impresora?
JMS- Absolutamente. Un ingeniero puede tener en su garaje una minifactoría de piezas de tremenda precisión como las que hoy se fabrican en una gran factoría. Es más, yo puedo diseñarlas aquí y enviarlas a una impresora que tengo en Oviedo por ejemplo.
Por eso la conectividad es fundamental, para que se puedan mover grandes cantidades de datos. Porque toda la información de una pieza puede medir gigabytes, y eso requiere una infraestructura especial.
A medida que eso vaya creciendo va a modificar drásticamente el tejido industrial tal y como lo conocemos hoy.
eXp- ¿Esa forma de trabajar existe en alguna parte?
JMS- Entre los países más avanzados en este tema está Alemania, que a pesar de ser la tercera potencia industrial del mundo se da cuenta de que no es suficiente, de que tiene que adaptarse a lo que llamamos la tercera revolución industrial, y desde luego se lo ha tomado muy en serio y está en camino de crear toda esa infraestructura.
El otro país ha sido EEUU, la administración Obama está tirando tremendamente de este tema. Lo que ellos llaman «advance on factory» es todo un movimiento casi filosófico de cómo puede incorporarse todo esto a la sociedad.
eXp- ¿Esa nueva forma industrial tardaremos mucho en verla?
JMS- Todo esto no se puede hacer de la noche a la mañana, porque es necesaria una formación que tendrá que ir en paralelo. Yo creo que dentro de 10 años, el tejido industrial no se va a parecer prácticamente en nada a lo que conocemos hoy.
eXp- ¿En esos 10 años no se habrá perdido mucho terreno respecto a China o a las economías emergentes?
JMS- Creo que la ventaja de Europa es que tenemos una gran masa de gente formada, y que si apostamos por este camino y jugamos las cartas de una forma inteligente podremos ser muy competitivos con China y con otros países. Lo que hay que hacer es no dejarse ganar el terreno por ellos y despertar a tiempo.
eXp- ¿Y esa nueva era no será de las economías emergentes y las viejas se quedarán retrasadas? ¿No será también que cambia el poder de lugar?
JMS- Desde luego si nos dormimos en los laureles el futuro es de China probablemente y de India, pero sobre todo de China. Yo siempre digo que el futuro de este planeta es lo que vaya a decidir China en muchos aspectos... en seguridad, en defensa...
En el aspecto industrial en concreto, si Europa quiere mantener el nivel de vida que tiene y su estado de bienestar, tiene que aprender a competir con China. Si no, lo va a tener muy difícil. A veces me pregunto si el ciudadano medio ve a China solamente como las tiendas de todo a cien, y desde luego esa China se ha quedado atrás. Se está convirtiendo no solo en una potencia económica, sino en una potencia tecnológica.
eXp- ¿Cuando dice «Europa debe hacer», a qué se refiere a la UE o a los estados miembros?
JMS- Aquí hay varias responsabilidades. Una es la de la UE, pero después cada país tiene la suya. No podemos pretender que nadie venga aquí a resolver los problemas. La gran tragedia que hemos tenido en España es que perdimos la revolución industrial, si no queremos perder la tercera nos tenemos que poner las pilas. Por eso creo que tenemos que hacer un esfuerzo, sobre todo de concienciación, y tratar en primer lugar de entender lo que está ocurriendo y después ponerse en marcha, no hay otra.
eXp- ¿Ponerse en marcha quiere decir que los ciudadanos deben empujar a los gobiernos? porque no parece que se pueda hacer mucho cuando los políticos están pensando solo en lo inmediato. En mañana, no en el futuro
JMS- Como he vivido mucho tiempo en países anglosajones, quizá me he impregnado de la idea de que el ciudadano tiene mucho que decir. Como decía el presidente Kennedy «No os preguntéis qué puede hacer vuestro país por vosotros. Preguntaos qué podéis hacer vosotros por vuestro país». Los ciudadanos, no como movimiento revolucionario, sino como ciudadanos de un país democrático, tienen una tremenda fuerza y un tremendo poder. Primero para elegir a sus gobernantes y después para hacer que las cosas ocurran. La idea esa de sentarse y esperar que un gobierno solucione las cosas creo que no es correcta. Cada ciudadano en su parcela de responsabilidad tiene que mover las cosas que pueda mover.
eXp- España, que está en este momento de crisis y de atonía y que probablemente pierda una generación o más de investigadores y de estudiantes, ¿cómo puede engancharse en esas condiciones a la tercera revolución industrial?
JMS- Todo el mundo es consciente de que es una tragedia que perdamos cerebros. Yo quiero ver la parte optimista, que tenemos una juventud formada como no hemos tenido nunca, y que una gran parte de los que se van fuera va a volver, y lo va a hacer con una perspectiva mucho más europea, y quizá vaya a ser el fermento del empuje que necesita este país. Pensando, desde luego, que es una tragedia que alguien tenga que irse fuera a buscar trabajo, sobre todo si no quiere.
eXp- Las universidades tendrán que hacer un gran esfuerzo para adaptarse
JMS- Las universidades tienen que hacer un tremendo esfuerzo para ponerse al ritmo del mundo que se les viene encima. Las universidades técnicas tienen que reaccionar y ser flexibles a la manera en la que se mueve el mercado. No se puede estar formando para una revolución industrial que ya ha pasado. La única manera es estar explorando por dónde se mueve el mercado.
Yo creo que en general la mayoría de la gente es consciente de que estamos entrando en un mundo y en una civilación muy diferentes a lo que conocemos. El mundo del trabajo también lo será. Cada vez habrá menos gente en planta y más en servicios asociados a la manufactura. Me explico, si vamos hacia grandes cantidades de impresiones en 3D, no van a ser necesarios torneros; se necesitará gente que prepare otros productos como las tintas de las impresoras, que las programe... El perfil de los empleos será muy diferente.
eXp- Ya no se necesitarán tornillos...
JMS- Probablemente. Es una forma primitiva de unir.
eXp- España, que nunca ha tenido una gran industria ¿debe apuntarse a ese carro o hay otros espacios como los servicios?
JMS- Una de las conclusiones del informe es que la industria en el futuro va a ser un elemento fundamental de la economía. Creo que hay que olvidar la idea de que hay naciones que puedan vivir de servicios. España tiene un magnífico clima, una magnífica cultura y sería idiota no aprovecharlo, pero no se puede vivir solo de eso. Si tuviera que hacer una recomendación diría que hay que apostar por la industria, sería un error que nos convirtiéramos en un lugar de vacaciones para Europa.
eXp- Usted se ha referido a la importancia de la industria militar, ¿es porque usted ha sido militar o porque todavía tiene sentido que los países se sigan armando?
JMS- Cuando se analiza el panorma geoestratégico la probabilidad de una gran conflagración ha disminuido, excepto en tres zonas en las que se puede disparar un conflicto, nuclear incluso. Es curioso cuando se ven los informes del instuto sueco SIPRI (Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo ), se ve que el número de conflictos menores sigue creciendo, vamos hacia un mundo de más conflictos de baja intensidad causados por fuerzas no gubernamentales como piratería, terrorismo, cárteles de la droga... A lo mejor no hacen falta las fuerzas armadas de hace 30 años, pero no queda más remedio que seguir armándose y la industria militar es de alta tecnología. Si se maneja bien esa investigación, el complejo tecnologíco que la mantiene puede utilizarse para la industria civil. Creo que esa es una de las grandes transformaciones, que haya una ósmosis entre la industria militar y la civil.
eXp- ¿Esa era hacia la que vamos será mejor?
JMS- Está en manos del homo sapiens. La tecnología hace al hombre mejor o peor, hay ejemplos en ambos sentidos Pero lo que está claro es que si en este planeta queremos vivir 6.000, 7.000, 8.000 millones de seres humanos el único camino va a ser la tecnología. No podemos volver a la agricultura, ni al neolítico. No hay otra opción, y dependerá de lo inteligentes que seamos y la utilización que hagamos de la tecnología que este sea un mundo mejor.
Si pensamos en Europa, vemos que a pesar de la crisis no hemos tenido jamás un nivel de vida como el actual, este nivel de libertades, ni este nivel de bienestar. Es una progresión que no es lineal, pero yo soy optimista y creo que el mundo va a ser cada vez mejor.