Como cada año, el 14 de febrero se celebra San Valentín, Día de los Enamorados y la celebración es muy diferente de unos países a otros.
Hay muchas formas de demostrar el amor y cada rincón de Europa ha heredado una cultura diferente en torno a este día. Tradiciones que se siguen año tras año desde el norte hasta el sur y desde el este al oeste pero todas con la misma intensidad: demostrar tus sentimientos a la persona que quieres, aunque alguna vez que otra no seas correspondido.
En Reino Unido, el amanecer de este día es uno de los más importantes. Cuenta la tradición que cuando el sol se asoma por el horizonte y empieza a desprender sus primeros destellos de luz, las mujeres inglesas deben abrir sus puertas. El primer hombre que les cruce una mirada será el elegido.
Escepticismo aparte, esta tradición de «la puerta del amor» también ha llegado hasta Italia. Sin embargo siguiendo en el país del Big Ben, los niños también conservan la tradición a su manera. Aunque no entiendan muy bien que signifiquen aún las tres palabras mágicas, «I love you», las postales y los poemas son todo un merchandising al otro lado del Canal de la Mancha. Los panecillos con semillas de alcaravea, ciruelas o pasas compiten con el chocolate durante este día.
En Italia, Venecia se convierte este día en uno de los centros neurálgicos del amor a escala mundial. Pasear con tu amado o tu amada en una góndola por uno de sus canales sigue siendo una baza segura para todo aquel que quiera sorprender a su amor. Hoy se espera que el frío en Venecia no enfríe los corazones más románticos. Y para los que odian este día, queda totalmente prohibido viajar al país de la pasta. Muchas calles comerciales y con locales de restauración quedan adornadas con lámparas rojas con forma de corazón.
Los italianos además se preocupan mucho por la gastronomía en este día y preparan grandes comidas donde se reúne toda la familia. Cabe destacar en Italia los Baci Perugina, chocolates envueltos en palabras de amor. Y si la opción es salir fuera, la oferta más socorrida es la de los «dos corazones en la mesa» con platos afrodisíacos y llenos de sensualidad a cada bocado.
Son tachados de fríos y poco dados a mostrar sus sentimientos pero los alemanes también tienen su corazoncito. En el Día de San Valentín los enamorados en Alemania obsequian rosas rojas y chocolates, si bien una tercera parte de la población en ese país se niega a celebrar esa tradición por considerarla de origen puramente comercial. Es por ello que en los últimos años, y en centros comerciales, floristerías, perfumerías y chocolaterías se muestran llamativos decorados de corazones varias semanas antes del Día del Amor y la Amistad. Este día se celebró por primera vez en 1950 en la ciudad de Nuremberg y pronto terminó extendiéndose como consuelo por todo el país. Ponerle al enamorado un cojín caliente en la cama antes de ir a dormir o regalar un libro son otras costumbres que tienen cabida entre los alemanes durante este día.
Poseen uno de los países con menos luz de Europa pero nada agua este día a los ciudadanos de Dinamarca. Para ellos hoy las flores tienen más glamour que nunca. Y tienen la costumbre de entregar flores blancas prensadas simulando «gotas de nieve» y a las personas más cercanas y queridas. También tienen costumbres algo más originales y divertidas como por ejemplo el hecho de que los hombres envían cartas simpáticas a las mujeres sin más firma de identidad que poner un punto por cada letra que lleva su nombre. Si la mujer que recibe la carta acierta quién ha sido su Valentín, él la recompensará con un huevo de Pascua.
Pero para románticos, los franceses. En Francia el «je t´adore mon amour» es la frase más escuchada durante el día de hoy en cada uno de los rincones del país galo sobre todo en tres localizaciones. En el pueblo de Saint-Amour en el Jura, se propone un Festival de Películas de Amor y en el de Saint-Amour-Bellevue en Borgoña, las parejas se inscriben y así pueden concretar sus votos para su matrimonio. En el programa se establecen ceremonias en el Ayuntamiento, conciertos en la iglesia, vino de honor y cena a la luz de las velas.
Y para ciudad romántica, la capital mundial del amor: París. Es cada vez más habitual celebrarlo dando un paseo romántico en coche de caballos por la ciudad. Un recorrido junto a tu pareja en un pintoresco coche pasando por lugares como el Arco del Triunfo, Trocadero o los Campos Elíseos, entre otros. Otros optan por almorzar al pie de la Torre Eiffel y regalar perfumes o joyas. Un paseo en crucero con velas en un bateau mouche recorriendo el Sena, y contemplando el paseo que conforman las bellas luces de la capital de Francia es otra de las mejores opciones. Sin duda, el turismo urbano por la capital francesa es la mejor manera de demostrar el amor hasta para los mismos franceses.
Holanda se viste de tulipanes en San Valentín y celebra como Alemania el Día del Amor y la Amistad. Los canales de Amsterdam son una de las visitas obligadas, sobre todo en este día. Más abajo, en Croacia es costumbre regalar un corazón «licitar» en la fiesta de San Valentín. Se trata de una especie de bizcocho en forma de corazón pintado con colores vivos, que se adorna con dibujos y un letrero que dice «Te regalo mi corazón, mira quién está dentro de él». En el centro del bizcocho se encuentra un pequeño espejo. Cuando recibes este regalo verás tu imagen dentro del corazón
En Noruega, el Día de San Valentín se conoce como Valentinsdag. Pese a no ser una fiesta muy extendida, las cenas románticas, las cajas de bombones y las rosas rojas tan universales suelen ser lo más regalado. Algo similar ocurre en Suecia con el Alla hjärtans dag (Día de todos los corazones). Nació en la década de los 60 y desde entonces las flores son las protagonistas. Pero no solo ellas. En Suecia, las ventas de cosméticos son las reinas durante este día. Una tradición que se extiende por el Ystävänpäivä de Finlandia y el Sõbrapäev de Estonia. En el norte de Europa, no solo se ofrece un homenaje al amor también se le hace a los amigos, un día para mostrarles un afecto especial.
En Eslovenia, un proverbio dice que «San Valentín trae las llaves de las raíces», así que en este día las plantas y las flores comienzan a crecer. Se celebra como el día donde empieza el trabajo en los viñedos y los campos. Según la leyenda, las aves se «proponen matrimonio» durante ese día. Mientras que en Rumanía comparten dos días de amor al año. Por un lado San Valentín y en diez días, el 24 de febrero, vuelven a edulcorar sus corazones con el Dragobete, una amorosa fiesta como homenaje a un personaje del folklore rumano, símbolo del amor.
En la Península Ibérica, este día es todo un homenaje al amor desde hace muchas décadas. Para Portugal la tradición dictamina intercambiar canastas de regalos, que se pueden incluso comprar en los mercados y las tiendas. Un conjunto de chocolates, vino, queso, comida gourmet, galletas y dulces que se entrega a la persona amada. Y es Lisboa una de las ciudades más románticas y elegidas pasar este día gracias a sus innumerables alamedas, parques y teatros.
Y finalmente en España. Lograr el regalo perfecto para el o la amada es para muchos españoles un quebradero de cabeza y las tiendas, supermercados y grandes almacenes aumentan sus ventas este día de manera considerable. Pero entre todos los regalos sofisticados sigue siendo la rosa roja el símbolo del amor en España donde el amor por los amigos se deja más para otras ocasiones.
Las cenas románticas se suceden en el día de hoy y es muy habitual brindar con cava o realizar barbacoas al mediodía. Los hay que esperan al fin de semana para sorprender a su pareja con una escapada a una casa rural. Es para el turismo de interior una de las épocas con más reservas.
Y como a golosos no les gana nadie, los españoles disparan las ventas de chocolate y bombones durante este día. Las tartas con formas de corazón y las confituras suelen ser el producto estrella. Eso sí, hablando de regalos las sutiles prendas de lencería son de s más demandados durante el día de hoy.
En realidad, ¿quién era San Valentín?
Oficializado como el Día del Amor, el 14 de Febrero es todo un homenaje al santo más amoroso, San Valentín pero ¿quién fue en realidad San Valentín? ¿por qué se le relaciona con el amor?
San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios a los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras.
El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí que se haya popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados). El emperador Claudio se enteró y como el sacerdote gozaba de gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a Palacio. San Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo.
Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el Gobernador de Roma, llamado Calpurnio, le persuadieron para quitárselo de la cabeza. El emperador Claudio dio orden de que encarcelasen a Valentín. El oficial Asterius, quiso ridiculizarlo y le propuso que le diera la vista a una hija suya, llamada Julia, que había nacido ciega. Valentín aceptó y en nombre del Señor, le devolvió la vista. Finalmente lo martirizaran y ejecutaron el 14 de Febrero del año 270. La joven Julia, agradecida plantó un almendro junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.
Los más escépticos ponen en duda esta historia y opinan que se celebra un santo que en realidad nunca existió. Otros creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, Eros a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.