La ciudadanía a uno y otro lado de La Raya (la frontera terrestre, denominada A Raia, en el lado luso) paga muy parecido y en ambos casos algo menos que la media europea. Así ocurre, por ejemplo, con los alimentos y las bebidas no-alcohólicas (95 por ciento España y 90 por ciento Portugal, siempre con respecto a la UE), con la ropa y el calzado (90 y 95 por ciento, respectivamente), con los accesorios para el hogar (98 y 80 por ciento, respectivamente) e incluso con los transportes (95 y 90 por ciento, respectivamente).
Las semejanzas quedan a un lado cuando se trata de comprobar con qué rentas hacen frente a esos precios, por separado, españoles y portugueses. Según el análisis comparativo elaborado por el Instituto Nacional de Estadística español y por su equivalente portugués, con datos del Eurostat de 2013, el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita español es de 25.700 euros, mientras que el luso se estanca en los 15.800 euros, es decir, una diferencia próxima al 40 por ciento.
Las disimilitudes entre el coste de vida y la capacidad adquisitiva a uno y otro lado de la frontera terrestre, de 1.214 kilómetros de longitud, esconden sin embargo que la tasa de riesgo de pobreza en la República Portuguesa fue en 2012 inferior a la española: el 25,3 por ciento frente al 28,2 por ciento, respectivamente, cuando esa 'etiqueta' identifica a las personas que ganan menos del 70 por ciento que la media del país.
Un panorama que proyectado en el futuro a largo plazo dibuja perspectivas demográficas opuestas, como la del crecimiento poblacional que se espera para España para 2080 (de los 45,8 millones de habitantes de 2013 a 47,6 millones), frente al decrecimiento proyectado para Portugal en ese mismo período (de 10,5 a 7,1 millones).
Jóvenes en riesgo de pobreza
No son las únicas cifras que revela la 11 edición bilingüe del anuario 'La Península Ibérica en Cifras / A Penínssula Ibérica em Números', correspondiente a 2014. Con el 19,4 por ciento de la población con más de 65 años, la pirámide etaria lusa es una de las más envejecidas de la Unión Europea, que presenta un porcentaje medio para este grupo de edad del 17,8 por ciento. Muy cerca se queda España (17,4 por ciento), con Irlanda (12,2 por ciento) e Italia (21,2 por ciento) en los extremos.
La edad media de las mujeres cuando nace su primer hijo aumenta una vez más en ambos países ibéricos. Continúa siendo más elevada en el Estado español (30,4 años), aunque el incremento ha sido mayor en Portugal (de los 27,5 años de 2004 a los 29,7 actuales).
El porcentaje de población joven (entre los 15 y los 29 años) en riesgo de pobreza fue en 2012 del 34,8 por ciento en España y del 28,4 por ciento en Portugal, mientras que la media europea se situó en el 29,7 por ciento. Por su parte, el índice de hogares conectados a internet fue inferior al promedio marcado por la UE (79 por ciento) tanto a este lado de La Raya (70 por ciento) como al otro lado de A Raia (62 por ciento).
Los INE de ambos países no han faltado de esta forma a su cita anual con las cifras, con datos agrupados en 14 temáticas repartidas en 38 páginas cargadas de tablas y gráficos que sirven para comparar a España y Portugal, dos vecinos condenados a entenderse: territorio y medio ambiente; población; educación y cultura; salud y protección social; condiciones de vida; tecnología; mercado laboral; cuentas nacionales; comercio exterior; industria, construcción y energía; agricultura y pesca; servicios; transportes; y por último, turismo.