Bruselas considera que la tasa que España y Francia impusieron a las operadoras de telecomunicaciones para financiar la falta de publicidad en las televisiones públicas es incompatible con las normas de la UE.
La Comisión Europea considera que la tasa iba a generar unos ingresos de aproximadamente 230 millones de euros en 2010. El sistema que España impuso en septiembre de 2009 se basaba en el que Francia había instaurado poco antes.
Según las normas comunitarias sobre telecomunicaciones, las tasas específicas cobradas a los operadores solo pueden sufragar determinados costes administrativos y de reglamentación y deben ser objetivas, transparentes, proporcionadas y se debe consultar oportunamente a las partes interesadas. Bruselas considera que la tasa que España y Francia impusieron no cumple esas premisas.
El nuevo sistema de televisión en España suprimió la publicidad en TVE y obligaba a los operadores de telefonía a contribuir a la financiación con el 0,9% de sus ingresos, a las cadenas privadas a aportar el 3%, y a las de pago el 1,5%.