El gobierno español dice que estos son los presupuestos «más austeros de la democracia». La cifra de ajuste es de 27.300 millones de euros. Los gastos se reducirán en un 9,6 por ciento mientras los ingresos se calcula que serán de un 12,5 por ciento más. El mayor recorte de gasto será en los diferentes ministerios de un 17 por ciento, no será igual en todos. Donde más dinero se recorta será en el ministerio de Exteriores y Cooperación, un 54,4 por ciento menos que en el anterior, en el extremo opuesto está el ministerio de Presidencia en el que solo se van a ajustar el cinturón por un 3,8 por ciento.
La que más va a sufrir es la Cooperación Internacional con un recorte de 594 millones de euros, le siguen Educación con 530 millones, Defensa 351 millones, Vivienda 322 millones. Fomento bajará en un -34,6 por ciento, Industria, Energía y Turismo un -31,9 por ciento, Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente un -31,2 por ciento, Hacienda y Administraciones Públicas un -22,9 por ciento, Educación Cultura y Deporte -21,2 por ciento, Economía y Competitividad -19 por ciento y Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad -13,7 por ciento.
También subirá la tributación de las grandes empresas a través del impuesto de sociedades.
El sueldo de los funcionarios públicos queda congelado y las políticas de empleo público sufrirán un recorte de 1.500 millones de euros. En estas partidas se incluyen los programas de fomento del empleo y los de formación para ayudar a los parados a encontrar una salida laboral, financiados en una gran parte por la Comisión Europea.
Según el ministro de Hacienda,Cristóbal Montoro, estos proyectos para desempleados «son infinanciables en un país en el que se destruye empleo» y ha añadido que «no se puede seguir financiando servicios por el título». Hay que añadir, o restar, 67 millones de euros del Fondo de Integración de Inmigrantes.
El Gobierno de Mariano Rajoy quiere recaudar 12.314 millones de euros con la subida y modificación de los impuestos. Al aumento del pasado diciembre del impuesto sobre la renta de las personas físicas, del rendimiento de capital y de los bienes inmuebles, se suman las modificaciones a los impuestos de sociedades para las grandes empresas y del impuesto especial sobre el tabaco.
Suben un 7 por ciento las tarifas eléctricas para pagar, entre otras cosas, la deuda con las grandes eléctricas, el llamado déficit tarifario. Supondrá un ajuste de 3.147 millones de euros, del que un 44 por ciento recaerá sobre los consumidores.
También sube el gas, los usuarios irán pagando ya para evitar otro déficit tarifario parecido al de las eléctricas por la reducción en la demanda que sufre el sector. A partir de abril la factura del gas será un 5 por ciento más alta. También se recorta en un 20 por ciento las subvenciones a los partidos políticos
La portavoz del ejecutivo, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros en el que se han aprobado los Presupuestos Generales del Estado, que los ciudadanos son «plenamente conscientes de las dificultades» que hay en España porque «lo padecen», ya que, ha explicado, hay más de cinco millones de parados, con familias en las que no entra ni un sólo sueldo en casa y que viven «de la caridad».
Palabras que quizá justifican los duros ajustes y sean absolutamente reales pero que dificilmente pueden ayudar a la economía española observada desde fuera con lupa y que ya está sufriendo suficiente castigo con las opiniones de otros líderes europeos a los que les viene muy bien que todas las miradas recaigan sobre otro, en este caso España. El propio comisario de Asuntos Económicos y Monetarios ha dicho al llegar a la reunión del eurogrupo donde se han conocido los presupuestos españoles que «España está en una situación muy difícil».
Marigel Alonso/eXp