España volverá a restablecer sus controles fronterizos interiores con la UE durante la celebración en Barcelona de la cumbre del Banco Central Europeo (BCE) el 3 de mayo. Los Estados que pertenecen al Espacio Schengen no pueden cerrar sus fronteras por decisión propia, tienen que comunicarlo a Bruselas y justificar la necesidad, pero es algo que se hace normalmente cuando se celebran reuniones multitudinarias, políticas o en circunstancias especiales.
El Banco Central Europeo (BCE), celebra desde 1999, dos veces al año su reunión de política monetaria fuera de su sede central en la ciudad alemana de Fráncfort. España ya ha acogido esa reunión en dos ocasiones, ambas en Madrid, una en marzo de 2000 y la otra en junio de 2006. Las de este año las celebrará en Barcelona y en Liubliana, capital de Eslovenia. Asistirán a la reunión el presidente del BCE, Mario Draghi, y numerosas personalidades de la economía europea. España cerrará sus fronteras interiores, las de Francia, Portugal y Andorra, en previsión de una llegada masiva de antisistemas.
El Espacio Schengen es uno de los grandes logros de la UE, hasta hace un año incontestable. Un territorio en el que está garantizada la libre circulación de personas. Los Estados que firmaron el Tratado suprimieron las fronteras interiores y sólo quedan las exteriores que están reforzadas. Dentro de ese marco se aplican normas comunes en lo referente a visados para estancias cortas, solicitudes de asilo y controles fronterizos. A la vez que se han intensificado la cooperación y la coordinación entre los servicios policiales y judiciales que garantizan la seguridad.
Los países que aplican el acuerdo no son necesariamente miembros de la Unión Europea. La última reforma del Tratado se promovió a raíz de las tensiones entre Francia e Italia por una oleada de inmigrantes procedentes del norte de África durante la "primavera árabe".
Las normas establecen que un Estado no puede restablecer los controles ante situaciones imprevistas sin autorización de Bruselas, deben comunicarlo a la Comisión Europea y justificar la necesidad. La CE someterá la petición a la aprobación de una mayoría cualificada de países, que dará su aprobación o la rechazará. En casos excepcionales e imprevistos, un Estado puede restablecer sus controles fronterizos durante un periodo máximo de cinco días. Si quiere prorrogarlo necesitará la aprobación de Bruselas.
En España se han restablecido las fronteras en tres ocasiones, en 2002 coincidiendo con la celebración de la Cumbre Europea celebrada en Barcelona, dos años más tarde durante la presidencia de turno de España y con motivo de la boda de los Príncipes de Asturias y en 2005 durante la cumbre Euromediterránea también en Barcelona.