«No hay nada como crear expectativas y que luego no se cumplan», así de tajante se ha mostrado hoy el ministro de Guindos ante la sorpresa de que España ha sido el único país que no ha dado detalles de los proyectos presentados. De Guindos prefiere ser «prudente», del mismo modo que duda que todos los proyectos detallados hoy por los demás países se vayan a financiar.
Asimismo, de Guindos asegura que «no habrá un aluvión de planes E», en referencia a las medidas tomadas por el gobierno de Rodríguez Zapatero para hacer frente a los inicios de la crisis económica, invirtiendo en obras e infraestructuras públicas. También ha insistido en que «no hay secretismo», por la falta de información, cree se debe esperar a que los proyectos sean viables económicamente.
La Comisión Europea, encargada también de presentar proyectos, ha subrayado la necesidad de invertir en España en sectores concretos como las interconexiones entre el País Vasco y la frontera francesa, con un coste de 4.000 millones de euros entre 2015 y 2017; los corredores del Mediterráneo y el Atlántico, ambos con un presupuesto de 10.500 millones de euros, proyectos para depuradoras e infraestructuras de abastecimiento de agua, de 2.500 millones, y despliegue para mejorar la banda ancha (600 millones de euros).
El grupo de trabajo que evalúa los planes de inversión, ha señalado hoy en un informe que hay hasta 2.000 proyectos dispuestos a financiarse capaces de movilizar 1,3 billones de euros, de los que 500.000 millones podrían aplicarse en tres años.
El informe publicado por el grupo de trabajo, formado por los Estados miembros, la Comisión Europea, y el Banco Europeo de inversión (BEI), alerta de que la gran parte de las inversiones no se llevan a cabo debido a barreras financieras o regulatorias. El documento recomienda que se apliquen «medidas inmediatas» para crear una reserva transparente de proyectos.
La idea principal consiste en crear un banco de «proyectos fiables» que permitan restablecer la confianza de los inversionistas y así movilizar capital privado, que contará con la ayuda del fondo europeo de inversiones estratégicas, formado por la lista de proyectos enviada por los Estados miembros y la Comisión Europea. Es «un comienzo», según el Consejo, aunque tampoco excluye que haya otros proyectos «potencialmente viables» que puedan añadirse.
El informe con los proyectos se discutirá en la próxima Cumbre de Jefes de Estados y de Gobierno de finales de la semana que viene. El plan Juncker, un proyecto de ingeniería financiera, pretende movilizar 315.000 millones de euros gracias a capital privado. El objetivo es que a través de un fondo de garantía de 21.000 millones de euros ya presupuestados por el Ejecutivo comunitario, se tenga el aval necesario para que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) preste hasta 60.000 millones de euros a proyectos de inversión.