El texto de la carta, que ha sido difundido por el diario británico The Independent, dice que es necesario «poner fin a los combates, iniciar conversaciones , acordar una nueva Constitución y crear un sistema de gobierno que refleje la realidad de nuestra sociedad y que sea conforma con las exigencias de un gobierno actual». La misiva no cita en ningún momento al coronel Gadafi.
La oferta llega cuando los líderes de los países más poderosos se encuentran reunidos en la ciudad francesa de Deauville, hablando precisamente del nuevo panorama que se ha creado con las revueltas en los países árabes. Y en un día particularmente duro sobre el terreno en el que las tropas afines al coronel Gadafi bombardean la ciudad de Misrata en manos de los rebeldes.
También un día después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmara en Londres que el desgaste que está sufriendo el régimen libio terminará con la salida del poder de Gadafi.
Los aviones de la OTAN llevan dos meses atacando objetivos en Libia. Los rebeldes controlan la región petrolera del este del país y algunas zonas aisladas hacia occidente. Pero el conflicto está estancado. Los rebeldes no consiguen llegar a Trípoli y los Estados que participan en la misión de la OTAN no quieren verse metidos en otro callejón sin salida como los de Irak o Afganistán.