España, protagonista indiscutible del G-20

No pertenece al G-20, solo asiste como invitada, pero la difícil situación de la economía española ha robado plano a todas las otras cuestiones que debían debatirse en la reunión de Los Cabos (México).

Por el comunicado final y las comparecencias en sala de prensa, la conclusión de la reunión puede ser que todos dijeron a la Unión Europea que se pusiera las pilas y que ésta podrá tener un plan más urgente para la cumbre del Consejo del 28 y 29 de este mes.

Mesa redonda de conversaciones y al fondouna pantalla en la que se ve al presidente de México hablando
Mesa redonda del G-20, habla el presidente de México Felipe Calderón/ Foto: CE

«En los próximos días España dará detalles de su petición de ayuda» y eso contribuirá a calmar la inquietud de los mercados y a imprimir confianza, dijo el presidente estadounidense, Barack Obama, en su comparecencia ante la prensa y añadió que cuando el Gobierno español aclare los detalles de su petición de ayuda los mercados se calmarán.

Obama dejó claro que la solución de la crisis se debe tomar en Europa «no en el G20 ni en Estados Unidos» pero metió prisa a los líderes europeos para que tomen decisiones. Los europeos saben que deben dar «pasos inmediatos que les permitan tener tiempo y espacio» suficientes hasta que puedan hacer las reformas estructurales que necesita la zona euro para fortalecerse.

«Cambiar la psicología de los mercados es muy difícil, pero las herramientas están disponibles», dijo el presidente estadounidense y calificó a la crisis europea como la mayor amenaza en estos momentos para la economía global. Nadie tiene la «bala de plata» que resuelva los problemas de la noche a la mañana, explicó, pero cada paso indica que «se están moviendo hacia una mayor integración».

No se conoce qué se dijeron los líderes en la mesa redonda, las reuniones son secretas, pero un funcionario estadounidense señaló que los líderes europeos trabajan en una respuesta a la crisis «más contundente» de lo previsto inicialmente, que darán a conocer en la cumbre que celebrarán a finales de junio, que definió como crucial.

Parece que Obama ha conseguido su objetivo, un pacto por el crecimiento global y el compromiso europeo de acelerar las medidas para que la crisis no contagie a otras economías y que eso se dijera por escrito en el documento final.

En su rueda de prensa, el presidente francés, François Hollande, ha asegurado que Europa hará todo lo posible por «apoyar a España» en la recapitalización del sistema bancario, y urgió al ejecutivo español a pedir la ayuda lo antes posible. «En nuestra opinión debería hacerlo esta misma semana», dijo Hollande. Merkel afirmó que el tema español se había tratado en la reunión del G20, en la que los líderes habían pedido a España detalles de cómo y cuándo se produciría la petición de los fondos.

Mariano Rajoy se mostró sorprendido de esa información y respondió que nadie «me ha pedido que hagamos ya la petición del crédito ... Nosotros somos los primeros interesados en que eso se resuelva con la mayor celeridad posible» y añadió que «más que preocuparnos de lo que está pasando en el día a día, tenemos que hacer un esfuerzo para hacer las cosas bien, y en eso está empeñado este Gobierno». Rajoy se ha quedado satisfecho de que en la declaración final se mencione un apoyo expreso de la voluntad española de sanear su sistema bancario y al apoyo de la zona euro.

España está en este momento negociando el memorándum de la petición de ayuda, donde se fijan las condiciones. La petición oficial depende de las auditorías independientes que se conocerán este jueves. La cifra definitiva se añadirá en septiembre cuando otro informe de cuatro auditoras diga las necesidades concretas de la banca española.

El jefe del ejecutivo español explicó que todavía no sabe si recurrirá a alguno de los dos fondos de rescate europeos existentes o a un «instrumento distinto».

Según observadores, la importancia de esta cumbre está en que por primera vez países de fuera del euro han dicho a la UE que refuerce y acelere las medidas contra la crisis y que Alemania, también por primera vez, ha admitido la posibilidad de que el fondo de rescate europeo pudiera comprar bonos de países periféricos para disminuir el coste de la deuda de esos países.

Declaración de Los Cabos