Según el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, el gobierno está barajando la posibilidad, entre otras medidas, de crear una tasa de 50 euros para salir o entrar de Gibraltar. Por su parte el gobierno del peñón habla de amenazas franquistas.
En una entrevista, García-Margallo, se refiere a que lo que España está haciendo no es más que «controlar como es debido en la verja» y que para evitar las largas retenciones que ese control está provocando el Gobierno está pensando «crear una tasa de 50 euros para entrar y 50 euros para salir».
Esta medida podría formar parte de otras para «aplicar la legislación española y comunitaria en materia de lucha contra el contrabando, el fraude fiscal y la protección del medio ambiente» dice el ministro, que de forma muy expresiva añade que «se ha acabado el recreo de la época de Moratinos», refiriéndose al ministro de Exteriores del anterior gobierno socialista.
El tradicional enfrentamiento entre Gibraltar y España se agudizó cuando las autoridades del Peñón tomaron la decisión de arrojar al mar decenas de bloques de hormigón para crear arrecifes artificiales. Para el titular de Exteriores, es un delito medioambiental «gravísimo». España denuncia que esos bloques destruirían los caladeros donde faenan los pescadores andaluces, aunque según las organizaciones ecologistas es una práctica habitual para proteger la biodiversidad.
Como respuesta las autoridades españolas han extremado el celo en el paso de la frontera, Gibraltar no pertenece al espacio Schengen. El pasado jueves las autoridades gibraltareñas presentaron una queja ante la Unión Europea, el viernes Londres llamó al embajador español para expresarle su malestar por las demoras de hasta 6 horas en la frontera y a continuación España habla de más medidas.
La tasa de 50 euros para entrar o salir afectaría a todos, ciudadanos de Gibraltar, españoles que cruzan la frontera para trabajar y turistas. Además estudia la posibilidad de cerrar el espacio aéreo para las aeronaves que se dirigen al aeropuerto de Gibraltar y modificar la ley del juego para poder recaudar impuestos de las empresas de juego on line que tienen su sede en el Peñón.
Por su parte el Gobierno de Gibraltar se refiere a las declaraciones de García Margallo, como «las más retrógradas y amenazadoras» desde antes del cierre de la verja, «claramente reminiscentes de las políticas y tácticas sobre Gibraltar desarrolladas por el régimen fascista de Franco».
La verja se cerró en 1969 y no se reabrió totalmente hasta 1985.