En la carta enviada a Jean-Claude Juncker, de Guindos se refiere al acuerdo adoptado por el Eurogrupo para abrir una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar a los bancos españoles, pero no hay referencias a la cantidad que se necesitará finalmente, que según las primeras auditorías estaría entre 51.000 y 62.000 millones de euros.
El ministro español señala que será el Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), en representación del gobierno de España, la institución que reciba los fondos y los canalice. Sin embargo, al referirse al instrumento europeo que materializará la ayuda, de Guindos cita «las diferentes posibilidades disponibles en la actualidad y aquellas que se puedan decidir en el futuro». El gobierno quiere mantener la vía de una posible recapitalización directa de las entidades financieras que no pase por el Estado y no tenga repercusión en la deuda pública, cuestión a la que se opone tajantemente la canciller alemana, Angela Merkel, pero que hoy mismo reivindicaba el ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo.
Lo previsto es que el dinero salga del actual fondo temporal de rescate, pero que sea gestionado por el fondo permanente (MEDE), que previsiblemente se aprobará el próximo uno de julio.
Con la formalización de la solicitud de ayuda, se abre un complicado proceso que comenzará con el viaje a España de una misión de expertos de la troika que forman la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, para hacer sus propias evaluaciones de la recapitalización.
A partir de ahí arrancará la negociación de un memorándum, en el que se fijarán las condiciones de la ayuda. El ministro español de Economía prevé que el interés del préstamo estará entre el 3% y el 4% y el plazo de devolución sea superior a 15 años. Son puntos que deberían concretarse antes de tres semanas para que pueda ratificarlos el Eurogrupo en su reunión del 9 de julio.
El secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, ha insistido en TVE en que la operación «no es un rescate a la banca», porque según el FMI, «el 70% de la banca española goza de buena salud, incluso en las condiciones más adversas sería capaz de salir adelante».
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, ha recalcado hoy en Madrid que, tras la solicitud de la ayuda, «el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos por España va a mirarse con más atención».