Durante la madrugada del domingo, se produjeron dos asaltos protagonizados por grupos de inmigrantes En uno de los casos, unos 60 no lograron traspasar la valla fronteriza de Melilla pero, en el otro, un total de 81 personas consiguieron acceder a la isla de Tierra y otros islotes, que se encuentran a pocos metros de territorio marroquí.
El gobierno español cree que estos asaltos forman parte de «una operación coordinada de mafias de tráfico de personas». El ministro de exteriores, García-Margallo, ha afirmado que el Gobierno español ha mantenido conversaciones «desde el primer momento» con Marruecos, con el que tiene una «magnífica relación», para abordar el problema, y lo han hecho con una «cordialidad absoluta».
Ante situaciones como ésta, es necesario «llegar a una solución duradera para que, por vías indirectas, no se frustre el deseo de controlar la inmigración ilegal», ha subrayado el jefe de la diplomacia española, que ha expresado su convencimiento de que el Gobierno español encontrará «una forma de cooperación» con Rabat.
En este contexto, ha destacado que también se debe alcanzar una «solución conjunta» dentro de la Unión Europea puesto que la política de inmigración es una competencia común. «Y estoy seguro de que este asunto formará parte no de la solución de este problema en concreto, sino dentro de un enfoque global en la reunión de alto nivel», ha dicho en referencia al encuentro del mes que viene entre España y Marruecos.
«Se trata de que no nos encontremos con una situación en la que los dos gobiernos somos capaces de controlar la inmigración en Melilla, pero por una operación colateral y paralela de acceso a otros islotes, como Chafarinas, Vélez y Alhucemas, nos encontremos con que una masa de inmigrantes, con un efecto llamada, se encuentran en territorio español», ha explicado el ministro. García-Margallo ha señalado que controlar la inmigración irregular «es algo que a los dos gobiernos les interesa» y que «solo la inmigración legal puede ser integrada en el concepto de la dignidad».
A pesar de que el ministro ha querido resaltar la cooperación entre ambos países, lo cierto es que los desencuentros entre España y Marruecos, quedaron patentes a mediados de julio cuando Madrid decidió enviar a Chafarinas una unidad de la Guardia Civil a lo que Rabat mostró su desaprobación. De hecho el ministro de exteriores marroquí convocó al embajador español para expresarle su desacuerdo con la iniciativa.
30 años después de que las pateras empezaran a llegar a las costas españolas los «sin papeles» han descubierto una vía, corta y relativamente fácil, para entrar en España: los islotes y peñones de soberanía española a lo largo de la costa mediterránea de Marruecos. Lo explicaba en un comunicado la delegación del gobierno en Melilla a mediados de agosto. Desde enero han llegado cinco barcazas con 250 inmigrantes a la isla de Alborán, situada a medio camino entre Melilla y Almería. En el mes de mayo también llegaron a Chafarinas otras seis pateras con 72 inmigrantes.
Estos islotes se encuentra a 300 metros de Marruecos (la isla de Tierra), a 92, la isla del Mar y al Peñón de Vélez, se puede acceder casi a pie. Fueron entregados por el Sultán Muley Abdalá a la corona española en 1560 para que le ayudara a defenderse de las invasiones otomanas. Un regalo envenenado porque su mantenimiento le supone al gobierno español importantes gastos, entre ellos el traslado de vívieres mediante helicópteros para los soldados desplegados en esos islotes.