Ni los recortes presupuestarios ni las reformas laboral y bancaria dan resultado en España. Las previsiones económicas de primavera del ejecutivo comunitario ofrecen solo malas noticias. En 2012 se espera una recesión del 1,8%, ocho décimas más que en el anterior cálculo de Bruselas y solo se suavizará en 2013, aunque seguirá en negativo con un -0,3%.
Esto provocará el incumplimiento de los objetivos de déficit acordados por Rajoy con Bruselas de llegar al 5,3% este año y al 3%, el próximo.Por si fuera poco, la deuda pública española, hasta ahora su mejor escaparate económico en Europa, se disparará hasta el 81% este año y llegará al 87% en 2013, muy lejos del 60% que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
«La contracción será aún más dura en el segundo semestre de este año», ha sentenciado el el vicepresidente de la Comisión y titular de Asuntos Económicos, Olli Rehn. Según el informe presentado este viernes, los problemas de las comunidades autónomas, de las que Bruselas no conoce sus planes de consolidación fiscal, y la situación del sector bancario son los factores que provocarán el desvío español. Rehn dice confiar en el gobierno español pero pedirá más ajustes.
En la eurozona, las previsiones son más optimistas. La recesión seguirá este año hasta acabar con un descenso del PIB del 0,3%, para conseguir un crecimiento del 1% en 2013. En el conjunto de la UE, este año habrá crecimiento nulo y el año próximo del 1,3%. El déficit medio de los países de la moneda única estará ya al finalizar el año en los límites del Pacto de Estabilidad, el 3%.
«La economía europea está en una recesión suave y breve. Se prevé que a partir del segundo semestre empiece una recuperación lenta», ha dicho Olli Rehn. Sin embargo, las mejoras de los datos macroeconómicos no tendrán repercusión en el empleo. El paro se mantendrá entre el 10 y el 11% como media europea, con grandes diferencias entre países. En España se prevé un aumento hasta el 24,4% este año y el 25,1, en 2013.