Este sábado ha entrado en vigor en España la orden ministerial que limita las importaciones de biodiésel argentino. El ministro de Industria, Energía y Turismo , José Manuel Soria, explicó que la decisión «tiene por objeto apoyar las operaciones de refino (de biodiésel) por parte de las empresas españolas y comunitarias, y busca colocarlo en una situación adecuada para poder ofrecer el biodiésel en condiciones competitivas».

Las importaciones del biocarburante desde Argentina ascendieron el año pasado a 706 millones de euros. España compró 719.473 toneladas, que representa casi la mitad del que se consume. En total España importa productos por valor de 2.096 millones de euros desde Argentina, por su parte Argentina importa por valor de 1.003 millones de euros. Son datos del Instituto Español de Comercio.

Por su parte la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de ministros que aprobó la orden, destacó que se tomaba la medida como reacción a la decisión argentina de expropiar el 51 por ciento de la petrolera YPF. Sáenz de Santamaría, hizo hincapié en el «enorme apoyo internacional» que el Gobierno español ha recibido, entre otros, de Estados Unidos, muchos países de Iberoamérica» y «numerosas organizaciones internacionales».

La UE ha dejado clara su preocupación, desde la reunión de ministros de Comercio del G-20 que se clausuró esta viernes en Puerto Vallarta (México). En una carta que el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht ha dirigido al ministro de Relaciones Exteriores de Argentina y que se distribuyó en la reunión, expresa su «seria preocupación» por el clima de negocios y la inversión en Argentina después de «ciertas decisiones recientes del Gobierno», que llevan «a un punto en el que se pone en riesgo las relaciones comerciales globales y de inversión».

El comisario, recuerda que la UE es el segundo mercado para las exportaciones argentinas y que es el primer inversor en ese país, con cerca del 50 por ciento de todos los flujos de inversión directa . Cita expresamente la expropiación de YPF y dice que eso envía una señal muy negativa a todos los inversores internacionales, continúa diciendo que la expropiación se suma a una «creciente lista de decisiones problemáticas adoptadas por Argentina recientemente en el área del comercio y las inversiones».

Señala que eso tiene un «efecto adverso para las exportaciones de la UE hacia Argentina en diferentes áreas» y continúa que «son manifiestamente incompatibles con las reglas de la OMC (Organización Mundial del Comercio)».