El nuevo ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se ha estrenado en Bruselas con una patata caliente para todos los implicados. España quiere que la Comisión Europea negocie a la mayor brevedad un nuevo acuerdo con Marruecos y el ministro le ha dicho a la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, que este es un asunto prioritario.
Además Arias Cañete pide que Bruselas «habilite los mecanismos que otorguen una compensación financiera a los armadores y a los pescadores que han visto interrumpida su actividad económica por una decisión del Parlamento Europeo». El ministro calcula que un año sin acuerdo de pesca tendría un coste de 15 o 16 millones de euros en compensaciones, pero descarta que no se renueve.
La Comisión Europea se ha comprometido a iniciar una rápida negociación, pero el asunto es complicado también para Bruselas porque ahora tiene que negociar sobre una decisión en contra del Parlamento Europeo, que vetó la prórroga del acuerdo por la sobreexplotación de algunas especias y por la presunta ilegalidad de utilizar recursos de la población saharaui.
Arias Cañete dice confiar en que el nuevo acuerdo «permita cumplir con lo que dice el PE por una parte, pero que también tenga la flexibilidad suficiente para que el reino de Marruecos pueda aceptar un acuerdo equilibrado para ambas partes». La cuestión es que, visto desde Rabat, un acuerdo en los términos del anterior, supondría un reconocimiento implícito de la soberanía de los saharauis sobre las aguas del Atlántico Sur.
Las cofradías de pescadores de Barbate (Cádiz), que son las más afectadas, han mostrado su satisfacción por el compromiso comunitario, pero piden plazos concretos, porque mientras no perciben ningún tipo de ingresos. Los pescadores reclaman ayudas y que les devuelvan las cuotas que han pagado de las licencias para faenar en Marruecos.
Representantes de los pescadores, ONG e industrias del sector también se han reunido este martes en Bruselas y han expresado su preocupación por lo que pueda pasar con otros acuerdos pesqueros de la UE con países como Mauritania, cuyo acuerdo expira el próximo mes de julio y permite faenar a 110 barcos europeos, de ellos, 63 españoles.