El Banco de España achaca las causas del deterioro económico español a la caída de la consumo interno, como consecuencia de las medidas de ajuste, aunque considera prioritario recuperar la confianza de los mercados con el proceso de restructuración bancaria y cumpliendo los objetivos presupuestarios para 2012.
La elevada tasa de paro, el aumento del IRPF, la disminución de la riqueza y el clima de incertidumbre retraen la demanda interna y penaliza especialmente al mercado inmobiliario, cuya caída continuará en los próximos meses. Retroceden tanto el consumo de las familias, como la inversión pública y de las empresas.
El Banco de España calcula también que el desempleo ha aumentado en el primer trimestre del año y habrá subido hasta el 24%, aunque hasta el viernes no se conocerá la Encuesta de Población Activa. La institución avisa de que los efectos de la reforma laboral, que considera fundamental, no serán inmediatos y considera que se crearán puestos de trabajo cuando se supere la situación de debilidad económica.