Seis millones de chicos y chicas europeos abandonan su formación sin conseguir una capacitación que les permita incorporarse al mundo laboral. España duplica la media comunitaria y está entre los países peor situados. Bruselas recuerda que aún está lejos el objetivo de reducir la tasa de abandono escolar hasta el 10%, previsto en la estrategia UE-2020 y ha presentado un plan con medidas de prevención, intervención y compensatorias.
La tasa de jóvenes españoles que deja sin concluir los estudios obligatorios ha aumentado en los últimos años hasta el 31,2%. Junto a Malta y Portugal, encabeza la lista de países con más abandono escolar. La tasa media europea está en el 14,4% y países como Austria, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Lituania y Polonia, mejoran la cifra.
Según el análisis que hace la Comisión europea, el aumento del número de inmigrantes y el boom de la construcción son los factores que más influyen en las cifras negativas españolas. De hecho, el abandono escolar afecta al 45% de los inmigrantes, frente al 27% de los nativos.
Además la comisaria de Educación, Androulla Vassiliou, considera que la «atractiva demanda de jóvenes poco cualificados en la construcción» tiene una clara relación causa-efecto. La consecuencia es que «la construcción se hundió y muchos jóvenes se quedaron en el paro y sin cualificaciones para encontrar trabajo». Según el informe presentado este lunes en Bruselas, el 51 por ciento de los jóvenes españoles que han dejado prematuramente la educación está en paro, mientras que el 49 por ciento restante está trabando.
Más inversión, más ayudas
La Comisión pide a los 27 invertir más y adoptar medidas para reducir las tasas de abandono escolar. Dar una segunda oportunidad, atraer a los jóvenes a la formación profesional y diseñar estudios más atractivos son algunas de sus propuestas. Los cálculos efectuados indican que el abandono escolar tiene unos costes individuales, sociales y económicos cifrados en un millón de euros por persona, además de un elevado riesgo de exclusión social.
El plan propuesto para hacer frente al fenómeno pasa por la prevención: facilitar el aprendizaje y evitar condiciones que lleven al abandono prematuro de los estudios, como hacer repetir curso o no ayudar con las lenguas distintas a la materna. El ejecutivo comunitario propone además medidas para evaluar el rendimiento de los alumnos y ofrecer clases de apoyo o posibilidad de que los jóvenes vuelvan a las aulas.
El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha dicho que «Europa no puede permitirse olvidar a tantos jóvenes con potencial para contribuir al desarrollo de nuestra sociedad y nuestra economía. Debemos desarrollar al máximo el potencial de todos los jóvenes de Europa para recuperarnos de la crisis».
Los ministros de Educación estudiarán estas propuestas en el consejo de mayo y pedirán a los 27 que adopten planes nacionales para lograr los objetivos previstos al final de esta década.