En la Unión Europea existe un sistema de alerta rápida llamado RAPEX para la seguridad de los consumidores. En toda la UE se han empleado a 6 000 inspectores que han controlado la seguridad de los productos no alimentarios que pueden ser peligrosos y los han retirado del mercado.

Cada vez se detectan más pronto estos productos. Más de la mitad que se notifican como peligrosos proceden de China, aunque va disminuyendo el número En 2010 fue el 58 por ciento del total y en el informe de 2011 ha bajado hasta el 54 por ciento.

No todos los productos provienen del extranjero, el 19 por ciento de las notificaciones han sido de productos fabricados en Europa, el 15 por ciento de otros países y el 8 por ciento tienen un origen desconocido. Los 293 productos europeos procedían 44 de Francia, 43 de Alemania y 32 de Italia.

Todos los Estados miembros han detectado algunos de estos productos, España donde más, con 189 notificaciones, le siguen Bulgaria con 162, Hungría 155, Alemania 130 y Reino Unido 105.

Las prendas de vestir y los productos textiles han sido los productos que más notificaciones de peligrosidad han recibido, por riesgo de asfixia e irritación; le siguen los juguetes, por riesgo de asfixia; los vehículos de motor por riesgo de lesiones y los cosméticos por riesgo químico.