España e Italia bloquean la patente europea

España se opone a que la futura patente europea sea en Inglés, Francés o Alemán únicamente, ha rechazado la propuesta de compromiso elaborada por la presidencia de turno belga.

La adopción de la patente europea debe ser decidida por unanimidad y España se opone porque considera que discrimina al español. Italia también ha anunciado que rechaza la última propuesta.

Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, Eslovenia y Suecia quieren que se estudie la posibilidad de lanzar una «cooperación reforzada» sobre la patente para no retrasarla.

El Secretario de Estado
Diego López Garrido/Foto:CE

España quiere que la patente europea se conceda además de en inglés, alemán y francés también en español. Por el momento parece difícil que se llegue a un acuerdo. La Comisión Europea alega que los gastos de traducción la encarecerían y la idea es de abaratar los trámites todo lo posible.

«La propuesta que hay sobre la mesa en este momento discrimina al idioma español y España no está de acuerdo con esa discriminación. Por tanto no estamos de acuerdo con la propuesta» ha dicho el Secretario de Estado español para la UE, Diego López Garrido a la entrada de una reunión extraordinaria de ministros de Industria convocada por Bélgica para tratar de llegar a un acuerdo.

López Garrido ha añadido que España cuenta con el apoyo de Italia y las organizaciones empresariales españolas, portuguesas, italianas y polacas.

Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, Eslovenia y Suecia quieren iniciar una «cooperación reforzada», es decir, el resto de países avanzarían por su cuenta sin contar con España y pasar por alto el hecho de que debe ser adoptada por unanimidad.

En la actualidad, una patente europea validada en 13 países puede costar hasta 20.000 euros, de los que casi 14.000 corresponden a los gastos de traducción a esas 14 lenguas. Estos trámites la encarecen en más de diez veces por encima de una patente en Estados Unidos, cuyo precio sería de unos 1.850 euros. Según la Comisión eso obstaculiza la investigación, el desarrollo y la innovación y va en detrimento de la competitividad europea.

La propuesta que hay sobre la mesa es de que la patente comunitaria se examine y se conceda en inglés, francés o alemán y este sería el único texto jurídicamente vinculante. Además las concedidas en francés o alemán deben ser traducidas al inglés, lo que le da un papel preponderante a este idioma.

Entre las propuestas de compromiso que ha hecho la presidencia belga, está la de que durante un periodo transitorio prolongado, las patentes concedidas en inglés se traduzcan a otra lengua oficial de la UE que podría ser español o italiano. Aunque esa traducción no tendría valor jurídico.