«La entrada de España en el proyecto europeo hace que ingrese también, indirectamente, Latinoamérica. Y por eso no es de extrañar que la Presidencia Española, cuando vamos a tener una cumbre en ciernes, haya tenido especial interés en recoger el impulso a una asociación estratégica entre la Unión Europea y América Latina». Son palabras del secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido en la Asamblea Parlamentaria Euro-latinoamericana, que se celebra en Sevilla.
La presidencia española de turno confía en que con las diferentes cumbres que se van a celebrar en Madrid la próxima semana se dé un paso irreversible en las relaciones entre la UE y América Latina y concreta sus pretensiones en un plan estratégico con México, un plan para la innovación y el desarrollo con Chile, el comienzo de un acuerdo de asociación con Centroamérica, Perú y Colombia. De Mercosur sólo se dice que la Comisión europea ha decidido reanudar las relaciones.
La VI cumbre UE-América Latina y Caribe va a reunir en Madrid a unos 60 líderes. No ha sido fácil, sobre todo, por la presencia del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, cuyo gobierno no reconocen varios países latinoamericanos, quien finalmente sólo asistirá a la cumbre con Centroamérica.
Hugo Chávez ha confirmado su asistencia, pero no el presidente de Cuba, Raúl Castro, que estará representado por su canciller, Bruno Rodríguez. La idea inicial es que no se trate en esta cumbre sobre la Posición Común de la UE sobre Cuba, cuyo cambio defiende el ministro español de Exteriores, pero no cuenta con unanimidad de los socios europeos.
Por parte europea, estarán los líderes de las instituciones comunitarias y los jefes de Estado o de gobierno de los 27, con la única duda del nuevo primer ministro británico, David Cameron. Sorprendentemente, la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, sólo estará en la cumbre de ministros de Exteriores, el próximo lunes.