¿Cuál es el país más competitivo del mundo?, repite un año más, Estados Unidos, según el análisis anual del Centro Mundial de Competitividad con sede en Lausana, Suiza. Un posición que viene marcada por la fortaleza de sus datos macro y microeconómicos, el desarrollo de sus infraestructuras, su dominio en el campo de la tecnología y la innovación y, por supuesto, por la recuperación de las cifras de empleo desde que empezara la crisis económica en 2007.
Pese a ello, el análisis también alerta al gigante americano de que aunque su economía es fuerte no se prevé que cree más empleo a medio plazo. Detrás de EEUU, un país europeo. Suiza que sube directamente desde la 5ª posición. Este estado centroeuropeo de economía sostenida y con las tasas más bajas de desempleo de todo el continente -a la par con Austria- sigue en una posición dominante en la economía mundial. Sus beneficios fiscales y su alto grado de industrialización también forman parte de su indudable éxito.
Por detrás, dos sorpresas asiáticas, aunque no tanto para los gurús de la economía mundial. Hong Kong y Singapur superan a sus vecinos de continente, China y Japón como los más competentes a nivel global. ¿El secreto del éxito? El elevado incremento en las exportaciones, y su aumento en sectores como la innovación o la eficiencia en el terreno laboral. El top ten lo completan otros cuatro países europeos, Suecia (5), Alemania (6) -que llega a subir cuatro posiciones-, Dinamarca (9) y Noruega (10) junto a dos potencias económicas en continuo crecimiento, Canadá en el séptimo puesto y los Emiratos Árabes Unidos en el octavo, estos empujados por la riqueza del petróleo y las buenas perspectivas de su economía.
España es, tras Rumanía, el estado europeo que más mejora en el ranking y recupera hasta seis posiciones tras el desastre vivido entre los años 2011 y 2012 situándose como el 39 país más competitivo. Entre sus éxitos, sus altos niveles de inversión donde llega a colocarse en el top 10 y también en cuanto a exportación de servicios. Sin embargo, las altas tasas de desempleo y el déficit, llegan a ocupar algunas de las peores posiciones del viejo continente haciendo dudar a los capitales sobre su perfil de competitividad global.
En dicho análisis, hasta un tercio de los 329 criterios de clasificación provienen de una encuesta exclusiva a más de 4.000 ejecutivos internacionales, revelando un creciente interés en la necesidad de continuar con reformas económicas globales. Palabras de tranquilidad a España, según el director del Centro Mundial de Competitividad, Arturo Bris, «ha vuelto a la senda correcta». A su vez, considera que la devaluación interna en España ha conllevado a una significativa mejora en las cifras relacionadas con el comercio exterior y las inversiones, pero todavía es prematuro decir si el país será capaz de desarrollar un modelo económico generador de empleo
Otros de los países más afectados por la crisis de la deuda soberana y la posterior crisis económica que han vivido una mayor destrucción del empleo como son Irlanda y Portugal, se colocan en los puestos 15 y 43 respectivamente. Otros países europeos son: Luxemburgo (11), Países Bajos (14), Reino Unido (16) –que se sitúa por detrás de Irlanda-, Finlandia (20), Austria (22), Islandia (25), Francia (27), Bélgica (28), Estonia (30), República Checa (33), Lituania (34), Polonia (36), Eslovaquia (45) y en las últimas posiciones en continua caída, Italia (46), Rumania (47), Hungría (48), Ucrania (49), Eslovenia (55) y Bulgaria (56). Entre los países analizados, Grecia (57) y Croacia (58) se sitúan en las peores posiciones.
Al otro lado del océano, destaca la economía de Chile (31) que domina la clasificación en América del Sur, mientras que Argentina (58) y Venezuela (60) son los países menos competitivos. En Asía, destacan también pujantes como Malasia (12) y Taiwan (13) en el lado positivo, y la India (44) en los puestos más bajos de la tabla.