Un dato indicativo es que el PD ha quedado en primer lugar en 107 de 110 provincias: un logro histórico e impensable. Un porcentaje tan alto en unas elecciones no se había producido desde los años 50. Este resultado es sin duda una señal importante para la estabilidad del ejecutivo italiano y para su credibilidad internacional.
El voto de confianza que Italia le ha dado es muy importante para el gobierno, que podrá presentarse el próximo 30 de junio para asumir la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea con un amplio consenso popular.
En Italia, en este momento se habla de la posibilidad de que el PD convoque nuevas elecciones en los próximos meses, que le puedan proporcionar un gran número de escaños y comenzar así una nueva legislatura con un gobierno fuerte para los próximos 5 años.
Pero principio no parece que Renzi esté dispuesto a tomar esa decisión, sino a mantener el actual ejecutivo. Aunque en estos momentos estas disquisiciones tienen un valor relativo: en los próximos días y las próximas semanas se verá qué camino toma el Partido Demócrata.
El Movimiento Cinco Estrellas, por su parte, se confirma como la segunda fuerza política del país, con un 21,2 %, ha bajado del 25,6 % de las pasadas elecciones generales. No se puede negar que es un buen resultado, lo que confirma al M5S como un verdadero protagonista en el escenario político italiano.
Grillo, sin embargo, esperaba un resultado diferente, en varias ocasiones había declarado que su objetivo era ganar estos comicios y en lugar de eso se encuentra con una diferencia de 20 puntos porcentuales con el PD. Aunque la realidad es que en Italia el segundo partido tiene un matiz populista, antieuropeo y hostil a las instituciones nacionales y europeas.
Berlusconi acumula un 16,8 %, un resultado muy bajo si se piensa que Forza Italia representa a la gran mayoría de los votantes de derechas en Italia. El anterior partido liderado por Berlusconi, il Popolo de la Libertad, alcanzó el 35 % en las elecciones europeas de 2009 , que son 10 puntos porcentuales más que lo obtenido ahora. El objetivo del «cavaliere» era llegar al 20% en estas europeas, pero los italianos le han dicho que no.
Un dato muy significativo y negativo, es el 0,7 % de Scelta Europea: la coalición pro-europea de partidos moderados y reformistas en apoyo de la candidatura de Guy Verhofstadt. Así que los italianos han demostrado una vez más que no creen en los partidos de centro, ni están por partidos claramente europeistas.
La confianza, no obstante, en el PD, implica un buen apoyo a las instituciones europeas y, por supuesto, en la renovación del partido, que con la llegada de Renzi ha tomado una forma más moderada, y ha quitado votos a los pequeños partidos de centro.
Continuando con el repaso al listado encontramos que La Otra Europa, la coalición ecologista que apoya al candidato griego, Alexis Tsipras, ha obtenido un 4,03%, superando por poco el umbral mínimo del 4% y garantizando su representación en Europa.
El partido de derechas Fratelli d'Italia obtiene un 3,7%, mientras que el Nuevo Centro-Derecha (partido de derecha moderada), liderado por Angelino Alfano, obtiene un 4,4%. A pesar de que esta formación ha superado la barrera, el resultado es cualquier cosa menos positivo y sin duda no ayudará a la relevancia que pretende tener en el gobierno de coalición con el Partido Demócrata.
La secesionista Liga Norte consigue un bajo 6,2% si se compara con el 10 % de hace cinco años. No podía ser de otra manera después de los escándalos dentro del partido y la falta de liderazgo del nuevo líder Salvini.
Se observan diferencias importantes en función de las áreas geográficas: el PD alcanza resultados extraordinarios en el centro de Italia, en torno al 50 %; el Movimiento Cinco Estrellas va muy bien en las islas, donde llega a un 27%; Forza Italia se mantiene en un buen nivel en el sur, donde alcanza un valor cercano al 22%.
La participación se situó en el 57,2% de los 49 millones de ciudadanos con derecho a voto, una asistencia a las urnas bastante buena si se tiene en cuenta que la votación fue sólo el 25 de mayo y no dos días, como en 2009, en que la participación fue superior al 66%.
Un resultado excelente si se compara con el absentismo en los demás Estados miembros, con una media del 43,1%, casi idéntico a la cita de hace 5 años. Una posible explicación de esta diferencia radica tal vez en el hecho de que en Italia también hubo muchas elecciones municipales (4086) y dos regionales. El resultado global de participación, es sin duda positivo, sobre todo en momentos en que el descontento con la política y las instituciones europeas parecen haber alcanzado niveles sin precedentes.