No cabe duda de que los responsables europeos han encontrado un reclamo poco habitual en instituciones tan formales, donde se cuida al extremo lo políticamente correcto.
Bordeando los límites de lo permitido en la publicidad institucional, aquí se ha elaborado un spot en forma de chiste audiovisual. Un hombre desnudo se broncea y se baña en una playa solitaria. Entre planos que se centran en lo bien formado que está el muchacho, la historia conduce a un final inesperado y divertido: la picadura de una medusa en los genitales del protagonista. Conclusión, en vacaciones, mejor lleva tu tarjeta sanitaria europea.
Bruselas es consciente del poco uso que los europeos hacen de su tarjeta sanitaria común, la que permite que tengamos acceso a tratamiento médico y hospitalario en cualquier país de la UE distinto al nuestro, en caso de enfermedad o accidente.
Cualquier ciudadano que tenga cobertura sanitaria nacional puede obtener la tarjeta europea gratuitamente. Solo hay que solicitarla en los organismos sanitarios del país de residencia y renovarla cada año. En España, la tramita la Seguridad Social. Sin embargo, únicamente la usa el 37% de la población europea, es decir, unos 188 millones de personas.
La portavoz de Empleo y Asuntos Sociales del ejecutivo comunitario, Cristina Arigho, ha reconocido que muchos ciudadanos no son conscientes de la existencia de esta tarjeta de cobertura europea y ha subrayado la importancia de obtenerla antes de viajar «para ahorrar tiempo» en caso de necesitar acudir a un centro médico u hospitalario en otro Estado miembro y asi tener garantizada la misma cobertura que en su propio país.
Ha habido quejas sobre la actuación de diversos centros sanitarios europeos que rechazan asistir a pacientes de otros países en posesión de la tarjeta, por desconocimiento. Sobre este asunto, la portavoz comunitaria ha recordado que corresponde a los Estados la responsabilidadde informar a los centros hospitalarios de la obligación de aceptar el documento europeo.